Tesoros en los Museos
El mayor homenaje a la motocicleta española está en Alcalá de Henares
De las dos mil motos diferentes que se fabricaron en España a lo largo de la historia, cuentan con 1.500 y 27 de ellas son únicas en el mundo
La antigua fábrica Gal, en Alcalá de Henares, acoge desde hace casi un año el Museo de la Motocicleta Española. Un nuevo concepto museístico formado por la colección definitiva de motos diseñadas por ingenieros de la alta burguesía y construidas por trabajadores que emigraron del campo a las ciudades. Un proyecto que nació en 2007 de la mano de sus dos principales coleccionistas base, los hermanos Lozano e Ignacio Medina, tres amigos que desde siempre habían soñado con la creación de un santuario donde sus motos fuesen visibles y que los ciudadanos pudiesen disfrutar de ellas. Los primeros cuentan con la colección de Bultaco más importante del mundo con unas 180 motos de carretera pertenecientes a la época dorada de volumen de venta de moto nacional, entre los años 60 y 80. Mientras que el empresario contaba con 80 de ocio y disfrute de la época de preguerra y posguerra. Es definitiva, dos colecciones muy diferentes pero compatibles que han cedido de forma altruista y que con la ayuda de muchas personas han dado como fruto este proyecto.
Nunca un «¡wow!» fue tan explícito como el que surge al cruzar la cortina negra que tienen en su entrada y toparse con la colección. Más de mil metros cuadrados recién reformados en el que se distribuyen sus joyas más especiales. 326 motos, predispuestas en diferentes espacios y alturas. Pero no son todas las que tienen. Si solo en España se fabricaron más de dos mil motos diferentes a lo largo de la historia, es decir, prácticamente un siglo, ellos cuentan con 1.500. «Fue una selección muy difícil, porque te diría que mil merecen la pena, pero el espacio es que el que tenemos», confiesa Juan José Blanco, su director.
En sus inicios, plantearon el museo de una forma en la que solo entraban 150, por lo que tomaron de inspiración la disposición en altura del Barber Vintage Motorsports Museum de Alabama. De esta forma, «es más fácil que el visitante encuentre la que tuvo, la que deseó, la que le robaron, con la que se pegó un porrazo o con la que paseaba a su primera novia», asegura. Esta parte social y de cómo las motos marcaron la vida de tantos españoles es una de las pretensiones de este museo. Por ello, cada una de ellas viene acompañada con un texto explicativo con la historia de cada década o etapa significativa, curiosidades, anécdota o peculiaridades de las motos o de la situación social.
También defienden que ninguno es comparable a este. «No somos ni mejores, ni peores. A diferencia de otros sitios nosotros presumimos de que solo tenemos motos españolas», relata y añade, «buscamos enseñar lo que hemos sido capaces de hacer. Explicar a la gente el desconocido éxito de la industria motociclística española y cómo en un momento determinado hemos sido números uno en el mundo». Un recorrido por la historia de moto española en el siglo XX y que termina en lo que es hoy. Así como la historia de Alcalá de Henares y el origen de la moto en el municipio y la evolución este medio de transporte ha supuesto en la sociedad.
Entre sus joyas cuentan con 27 motos únicas en el mundo y de las cuales, de once, solo se han hecho una. Una patria 500 de los años 30 y una de las pocas que no se ha restaurado en 90 años. La Bultaco Sherpa «Alpen Scooter» de 1980, única en el mundo y que sirvió para prestar servicio de ayuda al montañero en Andorra. La Matador, con la que en el 73 atravesaron África, desde el Océano Índico hasta el Atlántico. O la Bultaco Sherpa en la que seis amigos subieron ese mismo año al Monte Everest hasta alcanzar sus 5.156 metros de altura. A día de hoy el récord mundial de altitud alcanzado por un vehículo de motor. Y un claro ejemplo de las campañas de marketing que hoy conocemos y que la empresa española hizo a la perfección demostrando con sus modelos que gracias a la robustez de los mismos podrían hacer travesías verdaderamente asombrosas.
Estas últimas pertenecen a aquellas que estuvieron de expedición pero también cuentan con las primeras del campo, éxitos de exportación o las icónicas. Doce motos que por alguna razón marcaron algo en la sociedad. La más popular, la más barata, la más vendida, la más deseada… que ampliarán el próximo 24 en enero. También cuentan con proyectos inacabados; lo que pudo ser y no fue. Prototipos únicos en el mundo que las marcas llevaron a cabo en sus últimos años de vida con el fin de crear algo innovador y alcanzar un nicho de mercado que nunca llegó. Y para acabar, las de competición, trial y enduro.
A pesar que abren únicamente los viernes por la tarde, sábados y domingos, en su año de vida ya han superado las 17.000 visitas. Cifra que esperan superar este 2023 gracias a la inauguración de un ciclo de exposiciones temporales que harán en febrero. «Tendremos exposiciones de unos sesenta días de duración con temáticas concretas: marcas, modelos, pilotos…», desvela Blanco. Y si todo sigue marchando bien, irán inaugurando espacios disponibles pero por ahora cerrados en el museo. También, tienen la idea de cear un registro histórico, un archivo general o biblioteca gratuita para que la gente consulte todo lo que quiera sobre publicaciones de moto, consultivo sobre despieces para aquellos que estén reparando las suyas y necesite información.
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