Crítica
Visitamos el restaurante italiano de Madrid que te transporta a Sicilia y esta es nuestra valoración
Ozio Gastronómico es un lugar que, sin duda, constituye una alternativa de nivel a las numerosas cocinas internacionales que navegan por la capital de España
En la gastronomía suceden cosas inesperadas de vez en cuando. Y de esta forma, en un día casi improvisado, seguimos la recomendación de una amiga para recalar en este singular lugar. La primera impresión no fue la mejor, dada su estética agradable pero tremendamente neutral, que desde luego no inspiraba ninguna evocación a la procedencia del restaurante, que según la consejera, se trataba de cocina italiana de calidad.
Ozio Gastronómico. Dónde calle del Aviador Zorita, 37. Precio medio 60 euros
La bienvenida y acomodo iniciales siguieron esa línea de impersonalidad que nos tenía «con la mosca detrás de la oreja», pero decidimos seguir las indicaciones recibidas y preguntar por Gabi, el jefe de sala. A partir de su asunción del mando, todo dio un giro radical. Este agradable joven italiano, cuyo origen familiar proviene de Sicilia, nos explicó con soltura el fundamento gastronómico de la casa, indicándonos que se trata de cocina siciliana profunda y auténtica. Por supuesto le sugerimos ponernos en sus manos... y aceptó el envite.
La parte salada es un genuino despliegue: pulpo a la brasa sobre crema de garbanzos tostados y hoja de shiso, que posee la diferencia y una combinación de sabores que encaja y gusta. Le 3 Caponate, ensaladas sicilianas en tres versiones con buena presentación y argumentario, sabrosísimas, todas originales, en especial la última con cacao y berenjena, sublime. Il Carpaccio di carne, distinto, con marinado de setas, pesto de pistacho y queso autóctono, buen producto pero quizá un exceso de sabores. Il Risotto Ozioso, a pesar de una presentación estupenda, fue el plato menos acertado a nuestro criterio, algo goloso en sabor y la espuma de burrata excesiva y algo perdida. Busiato «made in Ozio» con Pesto de Trapani, único y soberbio plato de pasta que tomamos, al dente con un pesto original y acompañado de carabinero que entrelazaba de forma espléndida y daba un lúcido volumen visual al plato. La Carne Panata, último plato salado, bien presentado, original y magnífico en textura y sabor, una versión mejorada y más lujuriosa de un bistec empanado, muy bien acompañado de una rica ensalada de hinojo con anchoa. En resumen, un variado viaje de lo más sápido por la Sicilia gastronómica.
En el apartado enológico, Ozio tiene una chisposa bodega de vinos transalpinos a un precio más que razonable y que nos permiten visitar diferentes zonas del país. Como elección, un buen Nebbiolo d’Alba de bodega Scarpa y un original Sant-Agostino siciliano. También tragos singulares como un vino del Etna, un Moscato di Pantelleria seco y un Passito di Pantelleria dulce, todos en su momento perfecto. No tuvimos más remedio que rematar la faena con una copa de Grappa.
Como colofón, los postres o parte dulce. Nunca he sido muy aficionado a dar importancia a este apartado, pero he de reconocer que pedimos las dos indicaciones recibidas ya casi sin hambre y fue absolutamente mágico. Aquí los llaman con acierto Piccoli Placeres en lugar de postres y así resultan un placer absoluto. Caso de una originalísima y deliciosa tarta de queso que llaman Brontolina, con pistacho en la masa, textura cremosísima y regada de praliné de pistacho. Y para finalizar los clásicos Cannolo Siciliano, un postre que Gabi amablemente trabaja y monta en la mesa mientras explica sus ingredientes y elaboración, lo cual te va haciendo salivar poco a poco y, cuando terminas mordiendo tan suculento bocado, resulta mucho más ligero y refrescante de lo esperado, riquísimo en sabor y textura, glorioso. Homenaje a Montalbano. Ozio es sin duda una alternativa de nivel a las numerosas cocinas internacionales que navegan por Madrid.
Las notas de LA RAZÓN
BODEGA: 7
COCINA: 8,5
SALA: 8
FELICIDAD: 8,5
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