Medio Ambiente

Más millones y menos malos olores en Valdemingómez

unto al incremento del presupuesto, 50 millones más que en el anterior mandato, han descendido casi un 88% las quejas por la cercanía de la planta

Nueva planta en Valdemingómez. Entre las actuaciones de Medio Ambiente, destaca el proyecto –con financiación Fondos NGEU, convocatoria «Implementación normativa residuos»– de la nueva planta de materia orgánica en el Parque Tecnológico de Valdemingómez (19.761.919 euros).
Nueva planta en Valdemingómez. Entre las actuaciones de Medio Ambiente, destaca el proyecto –con financiación Fondos NGEU, convocatoria «Implementación normativa residuos»– de la nueva planta de materia orgánica en el Parque Tecnológico de Valdemingómez (19.761.919 euros).Carlos LujánEuropa Press

Desde hace más de cuarenta años, el Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV) concentra todas las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos de la capital: más de cuatro mil toneladas diarias. Este es uno de los factores que convierte la zona en una de las más sensibles de la capital. En los últimos años se han producido de forma recurrente manifestaciones vecinales reclamando su cierre. No solo por la cercanía de los residuos; también por el olor que desprenden. Sin embargo, desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, con Borja Carabante al frente, señalan que el problema se ha reducido de forma ostensible en los últimos cuatro años. Así al menos lo demostrarían las de quejas y reclamaciones relativas a los olores: de 4.806 en 2018 a 591 en 2022. Concretamente, una disminución del 87,7%.

Desde Medio Ambiente explican que esta reducción es reflejo de la inversión realizada por el actual Consistorio desde su desembarco en Cibeles. Desde 2019, se han ejecutado más de 350 millones de euros en lo que se refiere a la gestión del Parque Tecnológico. Una inversión que supone 50 millones más que en el mandato anterior (299 millones). Y el esfuerzo se ha centrado en dos líneas de actuación: la gestión de las plantas de tratamiento de residuos y su mejora, así como las acciones encaminadas al control y la minimización de afecciones al entorno, especialmente en relación con los olores derivados de su actividad.

En lo que se refiere a este último punto, están las actuaciones realizadas con el fin de mejorar los sistemas de desodorización en las dos plantas de biometanización del Parque, (Las Dehesas y La Paloma), así como en la Planta de tratamiento de biogás. En estas instalaciones se han mejorado los fosos de descarga, el confinamiento de las naves, las cintas de transporte y los biofiltros existentes, instalándose también otros nuevos. Concretamente, en la planta de biometanización de Las Dehesas, destaca un nuevo biofiltro de tres pisos con un sistema de lecho inorgánico. Se trata de unas obras que finalizaron en marzo de 2021 y que contaron con un presupuesto total de 8, 1 millones de euros.

También hay que destacar un contrato específico de profesionales especializados en la identificación y evaluación de olores tanto en el Parque como en su entorno. Un servicio que permite analizar y detectar las fuentes de olor y adoptar medidas correctoras. Para este 2023 está prevista la adjudicación de un nuevo contrato para este servicio que incrementará su presupuesto de 831.000 euros a 1.759.340.

Otra actuación se ha centrado en el contrato de suministro de un compuesto férrico que, añadido a la materia orgánica, elimina el ácido sulfhídrico en el biogás, lo que minimiza los olores. Una medida que cuenta con un importe de adjudicación plurianual de 2,9 millones de euros para 2020-2023. Además, se puso en marcha la desgasificación en continuo de la celda en explotación del vertedero en activo de Las Dehesas –sin esperar a que la celda esté sellada–, lo que permite disminuir las emisiones de biogás y, en consecuencia, reducir tanto olores como emisiones de gases de efecto invernadero .

Por último, en lo que respecta a la minimización de olores, Cibeles está ejecutando las obras de desodorización de la planta de La Paloma por un importe de 4,6 millones de euros. En esa línea, se está tramitando un nuevo contrato de desodorización de la planta de Las Dehesas por valor de 6,5 millones de euros). Adicionalmente, se ha preparado un nuevo contrato de servicios para la implantación de una red de estaciones de monitorización remota de olores de las instalaciones, con un importe de 2,7 millones de euros.

Hay que recordar que, el pasado abril, José Luis Martínez-Almeida inauguró la ampliación de Valdemingómez en lo que se refiere a su planta de biometano. Allí se lleva a cabo el proceso que permite convertir los residuos del «cubo marrón» –el destinado a materia orgánica– primero en biogás y, tras su depuración, en biometano, un combustible con prestaciones similares al un gas natural pero de origen totalmente renovable.

Se trata de un caso de economía circular: el biometano obtenido ya se está utilizando dentro de la red de autobuses de la EMT que funcionan con gas. Es el caso de la línea C1 que, con una dotación de 20 autobuses, realiza más de un millón de kilómetros y transporta más de 4,4 millones de viajeros al año. Desde Cibeles consideran que la emisión de gases de efecto invernadero puede reducirse en más de 45.360 toneladas equivalente de CO2 al año

Por otro lado, se ha comenzado a construir una nueva planta de compostaje, Los Cantiles, para tratar la materia orgánica procedente de la recogida selectiva del contenedor marrón, con un presupuesto de 41,9 millones de euros. Y también se trabaja en el contrato de explotación de la planta de valorización energética de Las Lomas para el tratamiento de residuos domésticos, por un importe de 35,2 millones de euros.

Emisiones “residuales” de metano

En agosto de 2021, un informe de la Agencia Espacial Europea (ESA) hizo saltar las alarmas: dos de las plantas de Valdemingómez emitían 8.800 kilos de metano por hora, lo que los convertía en los mayores puntos de emisión de este gas en Europa. En su última campaña de medición, realizada en marzo, el Ayuntamiento recogió una tasa de emisión de poco más de 650 kilogramos por hora de metano, con un margen de error del 7%. Es decir, entre un 80 % y un 90 % menor que las estimaciones de la ESA. Uno de los motivos, explica el Consistorio, es que las mediciones de la ESA ofrecían un grado de incertidumbre o error de entre el 30% y el 50%, ya que se obtuvieron con un satélite ubicado a 500 kilómetros del objetivo. En resumen, Cibeles asegura que estas emisiones son «residuales y propias de un vertedero sellado»,