Seguridad

Madrid, una ciudad videovigilada: un centenar de cámaras más en cuatro años

A las estrenadas por Cibeles en Marconi, Bellas Vistas y Tetuán, hay que sumar las próximas de Chueca y Lavapiés, así como otras en estudio

El alcalde, viendo las imágenes transmitidas por las cámaras del polígono Marconi
El alcalde, viendo las imágenes transmitidas por las cámaras del polígono MarconiAyuntamiento de Madrid

Más de 300 cámaras velan por la seguridad de los vecinos de Madrid. Un tercio de ellas, instaladas durante el actual mandato. Tras escuchar las peticiones realizadas por asociaciones vecinales y de comerciantes, el Consistorio habrá inaugurado al final de esta legislatura más de un centenar de estos dispositivos, siempre en aquellas zonas especialmente conflictivas y en las que los afectados han visto mermada su seguridad. Una estrategia que el Ayuntamiento, y concretamente el Área de Seguridad y Emergencias que preside Inmaculada Sanz, tiene intención de ampliar a nuevos espacios y barrios de la ciudad. Así, el Ayuntamiento de la capital seguirá escuchando a las juntas municipales de distrito para detectar nuevas necesidades.

Poco antes de que acabara el 2022, José Luis Martínez-Almeida inauguró los últimos 24 dispositivos estrenados, en este caso, en el polígono Marconi de Villaverde. Precisamente, uno de los puntos más conflictivos de toda la ciudad, con una presencia intensa de los narcopisos y la prostitución. Durante la visita, se mostró el funcionamiento del sistema: las imágenes se emiten en tiempo real en la Unidad Integral de Distrito (UID) correspondiente, desde la cual los agentes pueden detectar hechos delictivos o recabar información para su investigación. El proyecto tuvo una adjudicación por un importe de 824.000 euros.

Promesa en Tetuán

Con anterioridad, el Consistorio impulsó la instalación de dispositivos en otros barrios que atravesaban circunstancias similares: Bellas Vistas, en Tetuán, con 19 cámaras; y San Diego, en Puente de Vallecas, con 25. Las peticiones de los vecinos de Tetuán se remonta a los primeros años del Gobierno de Manuela Carmena. Pese al compromiso de la alcaldesa, en 2017, de colocar 19 dispositivos en el barrio, hubo que esperar hasta marzo de 2021 para que empezaran a funcionar.

Con vistas a un futuro inmediato, hay algunos emplazamientos que ya están previstos por el Consistorio: Chueca y Lavapiés, ambos barrios situados en el distrito de Centro. En lo que respecta al primero, contará con 26 cámaras. Una zona que, hace menos de un año, fue escenario de varios robos a turistas por medio de la sumisión química. En cuanto a Lavapiés, contará con 17 nuevos dispositivos, que se sumarán a los ya existentes (48 en total). A estos hay que añadir la renovación de varios de los sistemas. En total, toda esta implantación ha contado con una inversión municipal de 1,72 millones de euros.

Cámaras de vigilancia
Cámaras de vigilanciaTania Nieto

Otro de los barrios que verá su red actualizada es Montera, y que cuenta con un total de 31 cámaras. En este caso, la inversión será de 65.000 euros. Como señala el Ayuntamiento, estas renovaciones responden a la antigüedad de los equipos actuales, cuya tecnología dificulta su permanencia en el sistema de gestión integrado.

Más a largo plazo, el Ayuntamiento espera poder replicar la videovigilancia en otras zonas de la ciudad. Es el caso de la Plaza del Dos de Mayo, también en Centro. Una zona donde la presencia del «botellón» ha causado graves altercados, entre ellos enfrentamientos con la Policía Nacional. El consumo de alcohol es también uno de los motivos por los que Cibeles está estudiando esta opción en Plaza Elíptica, entre los distritos de Carabanchel y Usera. En los últimos tiempos, la demanda vecinal para la instalación de cámaras ha ido en aumento, no solo por el «botellón», sino también por el vandalismo y los grafitis.

Los distritos de Usera, Villaverde, Latina y Ciudad Lineal son otros de los puntos en los que Cibeles podría implantar cámaras próximamente. En estos casos, hay que señalar un fenómeno que no es nuevo, pero que en los últimos años ha crecido de forma alarmante: las bandas latinas.

Parque Calero

En lo que se refiere a Ciudad Lineal, el lugar elegido para la videovigilancia sería el parque Calero, un punto habitual de reunión de estos clanes y que en más de una ocasión se ha saldado con violencia. Una de las últimas ocasiones, el pasado febrero, cuando un joven de 20 años fue herido tras recibir un navajazo por la espalda.

Por su parte, en Latina, uno de las zonas bajo la lupa es la calle Cullera. Los vecinos llevan muchos años denunciado la situación e inseguridad de la zona, con un tráfico continuo de toxicómanos en los portales, dónde las puertas permanecen abiertas para facilitar la venta de droga. La violencia y la inseguridad se vio incrementada cuando muchos de ellos se instalaron en chabolas cercanas a los narcopisos.

Precisamente, en 2020, la Policía Nacional dio un importante golpe contra los narcopisos de la zona: 22 detenciones, 500 dosis de droga, cuatro armas de fuego y 25.000 euros requisados en diez de estas casas, que fueron desmanteladas. En los accesos a las viviendas, los agentes encontraron fuertes medidas de seguridad con dobles accesos, puertas acorazadas con hasta cinco cerrojos, rejas interiores y sistemas de videovigilancia. Además, tanto en los pisos como en los accesos a los edificios habían habilitado zonas de espera para los compradores y consumidores de las sustancias que vendían.