Elecciones

El 23-J del PSOE: Sánchez trufa la lista de Madrid con fieles críticos con Ayuso

Sánchez ha querido premiar a políticos como Ribera, Bolaños y González, adelantándose a una posible derrota en las próximas elecciones generales

Mercedes González, atiende a la prensa en presencia del ministro de Presidencia, Félix Bolaños. David Fernández.
Mercedes González, atiende a la prensa en presencia del ministro de Presidencia, Félix Bolaños. David Fernández.David FernándezAgencia EFE

La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, será la número dos de la lista del PSOE por Madrid en las elecciones generales del 23 de julio. La también ministra de Transición Ecológica acompañará el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que encabezará la papeleta de diputados por la circunscripción. El presidente del Gobierno, inmerso ya en la precampaña, ha querido premiar así a Ribera con un puesto seguro en el Congreso de los Diputados adelantándose a una posible derrota en los próximos comicios.

La ministra ha sido una de las más críticas con las políticas aplicadas por el Partido Popular en Madrid, convertido en el bastión contra el «sanchismo». Sus ataques a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, contribuyeron a encumbrar a la popular y agrandar el batacazo de su partido en Madrid. Lo avanzó antes de la cita de las autonómicas: «El cambio climático también se combate en las urnas». Y así fue en la región, donde arrasó el partido de Alberto Núñez Feijóo. Teresa Ribera criticaba unas declaraciones de Ayuso en torno al cambio climático con las que cuestionaba la «evidencia científica única y exclusivamente porque siempre están ustedes detrás» y «se llama comunismo». La ministra también anunció que cambiaría la regulación tras conocer que el vicepresidente del Ejecutivo regional cobraba el bono térmico como otras familias numerosas, entre ellas, la líder de Más Madrid, Mónica García, a la que no se refirió.

«Comunismo o libertad»

No dejó pasar la ocasión para atacar a la madrileña cuando ésta dijo tajante: «Madrid no se apaga», en respuesta a las medidas anunciadas por el Ejecutivo para que el sector del comercio, entre otros, ahorrara energía adelantando el apagón en sus establecimientos. Una vez más, la vicepresidenta de Sánchez equivocó el foco a tenor de la abrumadora mayoría absoluta lograda por la popular el 28 de mayo. La libertad, dijo en alusión al eslogan de Ayuso «Comunismo o libertad», significa ser «resiliente e inteligente». La señaló de nuevo tras la denuncia de la madrileña al Gobierno por cortar el grifo presupuestario a la región en el reparto de fondos del Plan de Recuperación, animó a denunciar su «crueldad» y criticó su «exclusión y chulería» en referencia al debate sobre la justicia social generado en la pasada campaña.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha aupado a una de las ministras que más ha atacado a Ayuso, asegurándole el escaño y el sueldo en la Cámara Baja. Ribera ya fue en la lista por Madrid en las pasadas elecciones generales, pero en esa ocasión ocupó el número cuatro.

Entre los elegidos para trufar la papeleta en Madrid se encuentra también el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, designado como número tres y, por tanto, con puesto fijo si el PSOE perdiera las elecciones. El incidente protagonizado por el ministro el 2 de Mayo marcó un antes y un después en la pasada campaña. Al menos así lo entienden miembros de la secretaría del líder madrileño Juan Lobato, que lamentan la interferencia del fiel de Sánchez en la pasada contienda.

El Dos de Mayo

Moncloa tensó la cuerda hasta romperla en su confrontación con la presidenta de la Comunidad, dejando a la formación por detrás de Más Madrid. «No es un día para ministros», advirtió la presidenta después de que su equipo le impidiera acceder a la tribuna durante el desfile militar para «reventar el acto», dijo. El ministro es recompensado ahora con un puesto de salida en la circunscripción si el Comité Federal del partido ratifica hoy la lista.

Inmerso en la tarea de recolocación de ministros y cargos socialistas en las circunscripciones electorales, Sánchez parece adelantar la debacle electoral que pronostican las encuestas, arrastrando en su desánimo a una ristra de cargos que luchan para garantizarse un sueldo a partir de agosto. Así lo ha debido entender la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, que tiene prevista su dimisión para ser incluida en el grupo de elegidos al Congreso de los Diputados.

Apenas dos meses podría durar González al frente del Instituto Armado a cuya dirección accedió tras pronunciar un discurso épico en favor de la Institución. Su anunciada renuncia para ocupar el número 10 de la lista del PSOE por Madrid constata la preocupación ante un posible vuelco electoral.

Siempre Simancas

La exdelegada del Gobierno, uno de los rostros más conocidos en las filas socialistas madrileñas, fue excluida por Sánchez para aspirar a dirigir la Comunidad en favor de Juan Lobato, lo que no le impidió salir en su defensa en múltiples ocasiones. Al frente de la Delegación, reprochó a Ayuso sus críticas al jefe del Ejecutivo, de quien es amiga personal. El último ataque a la popular lo protagonizó el Día de la Constitución, cuando utilizó su posición institucional para lanzar un alegato en favor de las políticas del Gobierno y contra la presidenta.

Un puesto delante de ella está reservado para Rafael Simancas. Su ajustado número 9 le coloca junto a Mercedes González, en una posición complicada si prosperan las peores previsiones demoscópicas.

Simancas, el histórico del PSOE que no gobernó Madrid por la abstención de los diputados Tamayo y Sáez, ha participado en la propuesta de los fieles sanchistas que acompañarán al secretario general desde agosto, una vez que resuelta la incógnita de su futuro al frente del Gobierno e incluso del partido.