La alquimia de la Monastrell

Jumilla y monastrell son un matrimonio histórico, que en sus versiones tradicionales arrojaban ejemplares de mucha capa y potencias desatadas, pero como ocurre en muchos territorios del vino los modernos elaboradores afinan al máximo lo que sale del campo. Es el caso de Elena Pacheco e Isio Ramos que en la finca de Casaquemada trabajan de una manera profunda los suelos y las variantes de la zona. Hasta 47 hectáreas con una amplísima diversidad edafológica y de orientaciones para que poco a poco se vaya ahormando esa uva de entornos cálidos.

Bruma es el rompecabezas que los bodegueros han conseguido armar, logrando un tinto muy directo, expresivo, que engolosina la boca, y que tiene perspectiva. Una verdadera obra de ingeniería enológica, ya que este vino aglutina buenos aromas frutales en especial roja, y permite ir creciendo en intensidad gustativa que podría parecer modesta. Poca crianza en madera, todo en pos de la franqueza del vino, que es como decir de la sinceridad de lo que hay en el viñedo. El resultado es una obra de homenaje y amor por el campo en este caso, el territorio de Alto de Jumilla, y porque la mano del bodeguero sea únicamente la de la complicidad con la tierra.

Bodega: Viña Elena

Vino: Bruma 2022

D.O. :Jumilla

PVP: 13 euros

www.brumadelestrecho.com