Gastronomía

Una apertura esperada por todos en Boadilla del Monte

La Nueva Cañada es el espacio abierto por una rama de los Verdasco. Hoy abre tras el cierre de la casa madre y vuelve a mandar la mejor tradición

Laura Verdasco, La Cañada
Laura Verdasco, La CañadaLa Cañada

Quienes éramos asiduos de La Cañada, el restaurante de los Verdasco, que se mantuvo durante cincuenta años en perfecto estado de salud recibiendo comensales, tanto del municipio como foráneos, volvemos a tener desde hace un mes un espacio de buen comer. Les cuento. El motivo del cierre del establecimiento, que estaba dirigido por Agustín Verdasco, padre del tenista y por su tío Fernando, se debió a la venta del terreno en el que se construirá un hospital. La buena nueva es que en el centro de Boadilla del Monte éste último, junto a sus hijos, ha inaugurado La Nueva Cañada (lanuevacanada.es). Un concepto que ocupa un amplio local en el que disfrutar de la misma culinaria tradicional bien ejecutada, alimentada por un producto de verdadera calidad, a la que nos tienen acostumbrados. Los espacios están muy bien diferenciados, ya que según entramos nos encontramos con una barra, así como con varias mesas altas y bajas, además de una apetecible terraza en la que rendir tributo a un rico picoteo clásico al aire libre. Hemos de decir que las noches son insuperables en ella, ahora que el termómetro marca una temperatura agradable para compartir unas tapas. El desfile lo lideran los bocaditos de morcilla, el pincho de solomillo con cebolla caramelizada y una de croquetas. A nuestro lado, unos comensales optan por las berenjenas fritas con miel, por los langostinos al ajillo y por las quesadillas de ropa vieja, pura cocina de aprovechamiento, ya que se preparan a partir de las sobras del cocido hecho a diario. De beber, la eterna batalla entre una cerveza bien fría, que nos calma la sed, un vino, o ambos tragos. Son varios ejemplares los que ofrecen por copas, pero nosotros optamos por el albariño Raimat, procedente de una viticultura sostenible, servido a la refrescante temperatura idónea. Arriba, en el comedor, nos encontramos con la perfecta anfitriona que es Laura Verdasco, responsable de dirigir a un equipo de sala que se desvive por cuidar a cada comensal. Entre semana, atienden a cerca de 40 en cada almuerzo, atendidos por un equipo de diez personas, mientras que los fines de semana rondan los 130, ya que este es un restaurante familiar y también el ideal para acoger reuniones de amigos con los que alargar la sobremesa. El cocido individual en dos vuelcos es la estrella indiscutible, el mismo que colocan sobre el carbón de encina para que se elabore lentamente. Sin embargo, la carta anuncia numerosas delicias. Por ejemplo, las alcachofas confitadas en flor, que probamos siguiendo los consejos de Laura, lo mismo que unos acertados chipirones a la plancha con su cebolla pochada. Como platos fuertes, las albóndigas de rabo de toro -también, lo sugieren estofado- resultan ser un bocado tan meloso como sabroso, servido con unos imprescindibles daditos de patata. Y, del apartado de pescados, nos decantamos por el tartar de salmón con un huevo escalfado, que redondea el plato.

Imbatible plato del día

En esta casa, la tradición culinaria manda, así que esta resulta la dirección recomendable para pedir unas impecables chuletitas de cordero lechal o un memorable cochinillo. Los canelones de la Lala, nos cuenta Laura, los denominan así porque sirven la misma receta que hacía su abuela y son de paté. Un apunte, anuncian el imbatible plato del día y hoy lunes, que está bien abierto, es día de arroz con pollo y verduras; mañana, lentejas. Los miércoles, lasaña de vaca vieja con queso, mientras que los jueves se cocina fabada asturiana y los viernes, pollo Wamba. Como postre, todos caseros como la filloa rellena de nata con chocolate caliente. Recuerden: en el uno de Pedro Muguruza, Álvaro Verdasco es el responsable de la culinaria de La Casa de Cristal con una terraza en la que no mirar el reloj ante la tempura de langostinos con salsa kimuchi y las croquetas de ropa vieja.

Chipirones con cebolla pochada
Chipirones con cebolla pochadaLa Nueva Cañada

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Chipirones con cebolla pochada

► Es uno de los entrantes más demandados, lo mismo que la ensaladilla Wamba, que, según nos cuenta Laura, así llamaban a su abuela desde niña. La merluza sevillana y el tartar de tomate con aguacate también forman parte de la propuesta, que va más allá del emblemático cocido.

LA NUEVA CAÑADA

Dónde: C/ Isabel II, 1. Boadilla del Monte.

Precio medio: 40 euros.

Tel.: 916 331 283.