Sucesos

Asesinado y enterrado bajo una cocina por una deuda de una plantación de marihuana

Francisco de Pablo Sáez, conocido como Francis, había sido visto por última vez en marzo de 2022

Policía halló bajo el suelo de una cocina los restos de Francis, que fue asesinado por una deuda GUARDIA CIVIL 27/06/2024
Lugar donde se encontraron los restos del desaparecidoGUARDIA CIVILEuropa Press

Dos años después, el caso de la desaparición de Francisco de Pablo Sáez, conocido como Francis, ha quedado resuelto. Si bien en un principio se pensó en una huida, el hallazgo de sus restos en una fosa séptica, bajo el suelo de la cocina de una finca de de Aldea del Fresno, ha terminado por despejar las dudas. Por el momento, seis personas han sido detenidas, con dos de ellas en prisión provisional a la espera de juicio.

La Policía Nacional ya cuenta con un relato de los hechos, que comenzaron el 21 de marzo de 2022 a las 16:30 horas, la última vez que Francis fue visto con vida. El joven se encontraba junto a un amigo jugando a videojuegos en el piso que alquilaba en Hortaleza cuando le dijo que se marchaba porque tenía que arreglar un asunto. Aseguró que no tardaría más de una hora, porque tenía que volver para sacar a pasear a sus perros. Sin embargo, nunca más se supo de él. Las constante llamadas al móvil nunca obtuvieron respuesta.

Según reconoció entonces su madre Juana, su hijo era toxicómano y frecuentaba lugares como la Cañada Real Galiana y la Colonia Marconi. Mientras, según sus amigos, semanas antes había sido amenazado de muerte por una peligrosa familia de origen moldavo que debía dinero a Francisco por un trapicheo de sustancias estupefacientes.

Juana denunció los hechos en comisaría y trasladó lo ocurrido a asociaciones como SOS Desaparecidos, que lanzaron varias alertas. Además, el abogado Juan Manuel Medina se hizo cargo de este caso y pidió al juez abrir diligencias y tener acceso a las últimas llamadas y mensajes del desaparecido, además del interrogatorio a los miembros de la familia moldava.

Los agentes encargados de la investigación han empleado diferentes técnicas de investigación tanto materiales como humanas. A pesar de que tras las primeras pesquisas, todo apuntaba a una posible desaparición voluntaria, los indicios que llevaban a sospechar de la comisión de actos violentos.

Los policías se centraron en el entorno del desaparecido, poco colaborador con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo que supuso numerosas dificultades. No obstante, la información de un testigo protegido ha sido clave para la resolución del homicidio.

Tras dos años de investigación, obtuvieron indicios de la implicación del principal sospechoso. Se trabajó sobre la hipótesis de que el desaparecido pudiera haber sido ultimado en una parcela rural en el noreste de Madrid y posteriormente, su cuerpo trasladado para su ocultación a otra distinta, situada en el suroeste de la región.

Por tales hechos, el 6 de junio se estableció un operativo conjunto de búsqueda en una finca propiedad de la familia del sospechoso. En este dispositivo participaron diferentes unidades especiales de la Policía Nacional, tales como Guías Caninos, que utilizaron perros especializados en la búsqueda y localización de restos humanos, el Grupo de Intervenciones Técnicas (GOIT), la Unidad de Subsuelo y Protección Ambiental, Policía Científica así como la comisaría de distrito de Hortaleza-Barajas, quien ha liderado la investigación.

La búsqueda culminó con la localización de restos óseos humanos enterrados en una fosa séptica, situada bajo el suelo de la cocina de la vivienda y que había sido oportunamente camuflada con la supuesta reforma del inmueble. Tras las correspondientes gestiones de identificación, se pudo comprobar que dichos restos pertenecían al desaparecido.

Por todo ello, la Policía Nacional detuvo a seis personas, las cuales pasaron a disposición judicial como presuntos responsables de un delito de homicidio. Precisamente ayer, la jueza de Instrucción número 37 interrogó a estas dos personas en los Juzgados de Plaza de Castilla a dos de los arrestados por el crimen con el objetivo de ratificar su situación de prisión preventiva.

Uno de ellos, Israel C.R., reconoció haber sido el autor material del crimen. El otro investigado, Fernando F.P. manifestó que ayudó a enterrar el cadáver bajo amenazas de Israel, que negó dichas coacciones y señala que su compinche fue el que propuso esconder el cadáver de Francis, han indicado a Europa Press fuentes jurídicas.

En la vista también señalaron que le mataron por el miedo que tenían, ya que Israel había contraído una deuda con Francis para levantar una plantación de marihuana en una finca de Torrejón de Ardoz, y que no devolvió. Y que el día del crimen la víctima estaba muy agresivo e intentó agredirle.