Homenaje
Así lució la Real Casa de Correos en memoria de Sandra Palo
Ayuso se reunió el pasado jueves con los padres de la menor, asesinada hace ahora 21 años, para mostrarles su apoyo
Fue uno de los sucesos que más removió a España. Desaparecida en la madrugada del 17 de mayo de 2003, cuando regresaba de tomar algo con unos compañeros de un taller ocupacional al que solía acudir, el cadáver de la getafeña Sandra Palo, de 22 años, fue hallado carbonizado en una cuneta, junto a una empresa de rótulos en Leganés. Horas antes, fue obligada por cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, a subirse a su coche para trasladarla a un descampado, donde la violaron y atropellaron hasta siete veces, la rociaron con gasolina y la quemaron.
La fachada de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, se ayer noche de azul para recordar a Sandra Palo, la joven que fue violada y asesinada por un grupo de jóvenes en el año 2003. El azul era el color preferido de esta vecina de Getafe.
El pasado jueves, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, se reunieron el jueves con los padres y la hermana de la joven en la sede de la Presidencia del Gobierno regional para mostrarles su apoyo 21 años después del crimen.
Sus progenitores fundaron en 2004 la Asociación Sandra Palo para la Defensa de las Libertades, que tiene entre sus objetivos acompañar en el dolor a otras víctimas. A través de dicha asociación se personan en numerosos casos judiciales. En la web se exhibe desde que comenzó, en 2013, la imagen de Sandra Palo junto a un 'Diez años de lucha por una Justicia digna'.
Desde la muerte de su hija, la madre de Sandra, María del Mar Bermúdez, emprendió una lucha por lograr la modificación penal de la ley que regula la responsabilidad penal de los menores. Su batalla la llevó hasta Estrasburgo para solicitar el endurecimiento de las penas a los menores a nivel europeo.
En 2008, solicitó ante el Parlamento europeo que los menores que hubieran cometido delitos muy graves pasaran a la cárcel al cumplir los 18 años, una cuestión que entonces fue admitida a trámite. Y es que los implicados del crimen fueron Francisco Javier Astorga Luque, apodado 'El Malaguita' y el único mayor de edad, Ramón Santiago Jiménez y Ramón y José Ramón Manzano Manzano, alias 'Ramoncín', ambos de 17 años. También participó en el crimen Rafael García Fernández, El Rafita, que entonces tenía 14 años.
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