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Bely Basarte: «Me he reencontrado con una luz que había perdido»

La cantante madrileña de 33 años publica su tercer álbum, «Amor letal», del que también saldrá en enero su primer libro «La vida es esto, amor»

La artista Bely Besarte@ Gonzalo Pérez
La artista Bely Basarte posa con sus dos gatos el 17 de octubre en el estudio de su casa en Madrid. Gonzalo Pérez Fotógrafos

Bely Basarte (Madrid, 1991) tuvo un profesor de francés que les hizo pedir a los Reyes Magos una grabadora de voz. Él quería que sus alumnos grabaran las clases y se pusiesen el audio mientras dormían, para que el idioma se quedase en el subconsciente. Pero Basarte tenía otros planes: la usaba para grabarse cantando, para grabar canciones que sonaban en la radio. Y aunque con el tiempo le dijeran que eso de ser artista era un pasatiempo, que mejor que estudiara una carrera –hizo ADE, por hacer lo fácil–, tenía claro que quería luchar por cumplir su sueño –y lo cumplió. La cantante acaba de lanzar su tercer disco, «Amor letal»: una vuelta a un sonido más pop que habla del amor pero desde una «luz» que había perdido después de tanta oscuridad. Además, este álbum la ha llevado a escribir su primer libro, «La vida es esto, amor» (Lunwerg), que cuenta la historia detrás de las diez canciones y que se publica en enero.

El sonido de «Amor letal» es una vuelta a sus orígenes: «Estoy revisitando mi primer álbum («Desde mi otro Cuarto», en 2018). Creo que he reconectado un poco con mis raíces, con un pop más orgánico, pero con todo lo que he aprendido en estos años: de música, de producción y de composición», cuenta Basarte en el estudio de su casa en la capital. Desde lo conceptual, sigue hablando del amor, «el tema de su vida, lo que más le inspira», pero desde otros lugares. «Me he reencontrado con una luz que había perdido. Estaba en una oscuridad. He escrito desde otro punto de vista, queriéndome mucho más a mí. Siempre me he sentido muy dolida y creo que mis canciones han hablado del desamor desde ese punto y ahora estoy valorándome mucho más, siendo mucho más autocompasiva. Cuento ese mismo desamor, pero desde un punto más optimista». La gira del disco arranca en febrero en Sevilla (el día 27 en Sala La 2) y Granada (el día 28, en Sala Vibora), y llegará a Madrid el 21 noviembre a La Sala del Movistar Arena.

Antes de esa luz, Basarte pasó por una depresión, justo en la época de la pandemia: «Me sentía encerrada, en todos los aspectos». (Ahí nació su segundo álbum: «El camino que no me llevó a Roma» (2020), una historia desde el enamoramiento hasta el dolor, la separación y la salida de ello). Ese estado le hizo estar «muy concienciada» con la salud mental. «Me di cuenta de que compartir mi experiencia ayudaba mucho a otra gente porque les hacía sentir menos solos o menos raros por estar pasando por determinados sentimientos o sensaciones».

Uno puede conocer a Basarte si escucha sus canciones. Las cuenta desde lo autobiográfico. «Me gusta escribir desde mis vivencias y sentimientos. Muchas veces digo que mi guitarra es mi terapeuta: es a quien primero le suelto las cosas que me pasan», dice. De hecho, su primer libro, que saldrá el 14 de enero y que desarrolla la historia detrás de los diez sencillos del álbum, es «muy personal»: hay parte de diario así como poemas y fotografías.

En casa de Basarte siempre hubo música. Su madre tocaba la guitarra, les enseñaba canciones, armonías. Y ella cantaba y cantaba: en casa, con su madre, en el coche con sus hermanos. Y dos cosas la llevaron a aprender a tocar la guitarra. Una: «Toda la música que me gustaba cantar me pillaba mal de tono porque la cantaban hombres, como Simple Plan o Blink 182». La otra: que para su madre la guitarra «fue siempre una compañera en momentos malos, en momentos de soledad». «Ella quería que yo encontrara el refugio en la guitarra que ella encontró. Y lo consiguió».

Basarte comenzó en 2009 subiendo vídeos a YouTube, cuando en YouTube era todo tan distinto. «Ahora es super evidente compartir contenido. Ahí eras… raro», dice entre risas. Al final abrió un canal con un pseudónimo: para que nadie lo supiese para que por favor nadie en el instituto se enterase. Pero subía vídeos con la esperanza de que alguien en algún lugar, quizá en Estados Unidos, la escuchara –cuando que te escucharan desde otros lugares era tan difícil, tan extraordinario– y le pudiera dar una oportunidad para ese sueño que tenía.

«Veía el canal como un porfolio para que alguien quisiese ficharme. Y lo que no me di cuenta es que realmente lo que estaba haciendo es encontrar mi sonido, encontrar mi voz», dice. «Nunca del todo me identifiqué con ser youtuber. Pero no repudio el término», cuenta Basarte.

Al principio se dedicaba a hacer «covers» –interpretaciones de canciones de otros artistas–, y todavía estas figuran entre algunos de sus éxitos más escuchados en la plataforma Spotify –aunque hoy ya se cuelan algunas de «Amor letal». «Me parecía la forma de conectar con el público de manera más fácil, cuando yo todavía no tenía mis canciones o mis canciones eran en inglés. Era una forma de mostrarle al público algo que ya le suena, pero a la vez mostrando qué es lo que yo puedo aportar», explica Basarte.

—¿Eran una etiqueta mala?

—En la industria, por algún motivo que desconozco, y que me parece mal, se desprestigia mucho al que no canta sus propias creaciones; o al que canta en bautizos y bodas y comuniones. Y tiene el mismo mérito que ser un artista. De hecho, muchos que van de artistas ni siquiera escriben sus canciones: están también interpretando versiones de canciones que han escrito otros. No lo veo como una etiqueta mala y no me gusta que la industria sí que lo haga.

Basarte interpretó en 2017 las canciones de Bella en la version española de la Bella y la Bestia. «Fue increible. De pequeña jugaba con mi hermana, ella era Aurora y yo Bella».
Basarte interpretó en 2017 las canciones de Bella en la version española de la Bella y la Bestia. «Fue increible. De pequeña jugaba con mi hermana, ella era Aurora y yo Bella».Gonzalo Pérez Fotógrafos

En 2016, un vídeo junto a David Rees, en el que interpretaban muchos éxitos de ese año en 4 minutos, se viralizó: hoy tiene casi 10 millones de reproducciones. En 2017, Basarte fue seleccionada por Disney para interpretar las canciones de Bella en la versión española de «La Bella y la Bestia». «Fue increíble. De pequeña jugaba con mi hermana: ella era Aurora y yo Bella». Estos dos hitos le hicieron darse de cuenta de que iba en el buen camino. Fue un paso «para «profesionalizar» lo que estaba haciendo en YouTube, para cerciorarse de que lo que estaba haciendo era un trabajo, que el hobby ya era un trabajo.

—Empezaste como «youtuber» y ahora también creas contenido.

—Sí, pero porque ahora mismo o creas contenido o parece que no has sacado música. Es algo que el artista se está quejando de ello. Ahora no basta con estar un mes componiendo una canción, produciéndola. No basta con gastarte no sé cuántos miles de euros en hacer un videoclip. No basta con eso. No basta con luego venir a los medios más tradicionales y hacer promoción, o incluso digitales. No. Ahora mismo: o después de que salga la canción, estás un mes hablando de ella —bueno, un mes… Una semana, porque todo va tan rápido que en una semana la gente se olvida—, o nadie sabe que has sacado música. O parece que todo ese trabajo que has hecho durante meses no sirve de nada. Entonces estamos un poco condenados a crear contenido cuando lo que queremos crear es música. Pero bueno, a mí me gusta, es también una forma de expresarme.

Basarte combina esa naturalidad para compartir en las redes sociales con su lado analógico, propio de la época en la que empezó. Su disco ha salido en vinilo, se agotó en preventa y ha tenido que sacar otra tirada. En su estudio hay una máquina de escribir: el día de la entrevista, se asoma en ella una hoja de papel recién empezada: «Voy a consentirte todo / todito el amor».