
Explotación
Un camarero de Madrid denuncia a su jefe tras vivir durante meses una situación de explotación extrema: “Si quieres comer, tienes que aceptar estas condiciones”
Carlos Muñoz, un joven camarero, ha presentado una denuncia formal contra su empleador por fraude laboral tras soportar jornadas de 40 horas con un contrato de solo 10 horas semanales

El trabajador, que recibía su sueldo en sobres con dinero en efectivo en el sótano del local sin ningún tipo de justificante, ha documentado durante meses las irregularidades junto a sus compañeros. "Nos decían claramente: si quieres comer, aceptas estas condiciones", relata Muñoz, quien reunió pruebas a través de un grupo de WhatsApp donde compartían fotos de horarios, mensajes y documentos que demostraban la explotación sistemática.
Un patrón generalizado en hostelería
La denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo revela un esquema de contratación fraudulenta aplicado a la mayoría de los empleados del establecimiento. Los trabajadores, con contratos parciales, realizaban jornadas completas sin que las horas extras aparecieran en sus nóminas ni cotizaciones, quedando así desprotegidos a los ojos de la Seguridad Social.
Este caso pone de manifiesto las prácticas abusivas que muchos empleados del sector sufren en silencio. La acción colectiva de Muñoz y sus compañeros busca no solo justicia para su situación particular, sino visibilizar un problema estructural en la hostelería española.
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