El Madrid de

Candela Serrat: «Hay una causa mayor: hablamos de vidas humanas»

La actriz se encuentra actuando en los Teatros del Canal para la obra de «Todos los pájaros», de cuyo guion se siente muy orgullosa

Entrevista a Candela Serrat
Entrevista a Candela Serrat. David JarDavid JarFotógrafos

Candela Serrat llegó a Madrid siguiendo un consejo que marcaría su vida: si quería ser actriz, debía conocer también el teatro español. Por entonces ya había estudiado Filología Inglesa y Arte Dramático en Londres, pero sus padres, «siempre muy apoyadores aunque también exigentes», le insistieron en que, siendo española, no podía desconocer a autores como Lorca o Miura. «Ellos me dijeron: haz una carrera, empieza a apañarte la vida, y después ya verás. Y tenían razón», reconoce. Su elección fue el Estudio Corazza de Madrid, una de las escuelas de referencia para jóvenes intérpretes. Allí encontró lo que necesitaba: práctica, ensayo, horas de escenario. «Ya había hecho una carrera y buscaba callo, rodaje, coger carrerilla. En Corazza todo giraba en torno a escenas, a la práctica real».

Hoy, más de una década después, Serrat sabe moverse con naturalidad entre el teatro y la televisión. Y aunque reconoce que cada medio le ha aportado cosas distintas, no duda: su sitio está sobre las tablas. «La tele me ha dado estabilidad, sobre todo con las diarias, que son un trabajo maravilloso y muy exigente. Pero me generan más inseguridad, porque cada proyecto es volver a empezar de cero. En cambio, el teatro siempre me ha dado amor propio: me he sentido respaldada, validada y creciendo un pasito más en cada montaje».

Entrevista a Candela Serrat. David Jar
Entrevista a Candela Serrat. David JarDavid JarFotógrafos

Ese crecimiento se palpa ahora en «Todos pájaros», obra de Wajdi Mouawad (bajo la dirección de Mario Gas, misma que en «Incendios»), que representa estos días en Madrid. Una pieza de tres horas de duración que Serrat defiende sin titubeos: «El teatro es de los pocos lugares que nos quedan para estar presentes, desconectados del móvil, entregados a una historia. Y Mouawad escribe con una precisión matemática; cada palabra está ahí por algo».

En «Todos pájaros» se entrelazan la familia, el amor y el peso de la herencia cultural con un telón de fondo inevitable: el conflicto palestino-israelí. «La obra no toma partido, sino que ofrece un espejo y un contexto. Nos recuerda que nada es tan sencillo como un tuit o una frase categórica en redes. Las cosas son complejas, vienen de lejos, y es necesario formarse un criterio». Ese compromiso lo extiende Serrat a su propia mirada sobre la profesión. Sabe que dedicarse a la interpretación en España es difícil, pues «vivir de esto es un lujo que solo alcanza un 12% de la profesión», pero tras una consolidada trayectoria afirma haber encontrado equilibrio: «Me salva el teatro. Si dependiera solo del audiovisual ya estaría haciendo otra cosa».

Tan claro lo tiene que nunca consideró como un problema la duración de la obra. «Sé que vivimos en la sociedad de la inmediatez y vamos acelerados, pero el teatro es precisamente la salvación de eso». En este sentido, «teníamos claro con esta propuesta que la gente que viene a ver este tipo de obras es porque está dispuesta, como ocurrió con ‘Incendios’. Y reconozco que hay una cosa muy bonita en esta obra y es que está muy bien escrita, apenas hay cortes o peinados de texto, es un viaje en el que todo ocurre por algo».

Madrileña de adopción

Aunque nació en Barcelona, Candela Serrat se considera ya un poco madrileña y vive la ciudad a su manera: «Me encanta La Manduca de Azagra, en la calle Sagasta. Soy muy de verduras de temporada: borraja, alcachofas… es un sitio al que siempre vuelvo». Y si de cine se trata, se confiesa enamorada de las salas pequeñas, donde se respira cine de autor y cercanía; aunque también le gusta especialmente Ocine Urban Caleido. «Madrid me ha dado espacio para crecer, amigos, proyectos. Y también esa rutina maravillosa del teatro: hacer función, salir del escenario y quedar con los compañeros para cenar, comentar, desahogar. Eso también forma parte de la magia». Uno de sus planes favoritos es escaparse, cuando están disponibles en cartelera, al teatro a ver «Quieto todo el mundo», el programa político-cómico que llevan a cabo Facu Díaz y Miguel Maldonado, con quienes reconoce reírse a carcajadas.

Entrevista a Candela Serrat. David Jar
Entrevista a Candela Serrat. David JarDavid JarFotógrafos

Candela Serrat afirma que en esta obra que representa el conflicto palestino-israelí «los actores tenemos una defensa clara». Recomienda verla porque «el objetivo es conocer la historia desde los hechos y no desde la ideología, algo muy complicado puesto que se remonta a casi un siglo atrás». Aunque parezca sorprendente, la obra se escribió antes del octubre de hace dos años y es ahora cuando más necesaria parece. Además, intervienen elementos comunes a todos los seres humanos, como el amor o la familia. «Entiendo que pronunciarse ponga en riesgo muchos contratos, pero hay una causa mayor, hablamos de vidas humanas», añade.