Cinco guardias civiles aceptan penas de prisión de hasta tres años por pegar a un joven en Majadahonda

Cinco agentes de la Guardia Civil han acordado aceptar penas de hasta 3 años y nueve meses de prisión en relación con un incidente ocurrido en Majadahonda, Madrid, en diciembre de 2019. En este incidente, golpearon a un joven que estaba en el suelo inmovilizado, lo detuvieron sin causa justificada y luego falsificaron el informe policial para evadir responsabilidades.

El acuerdo de conformidad entre las partes se alcanzó el pasado jueves, evitando así la celebración del juicio previsto para el lunes. Dos de los guardias civiles, quienes eran hermanos y estaban acusados de agredir al joven, detenerlo sin motivo y falsificar el informe, aceptaron una condena de 3 años y nueve meses de prisión. Además, se les impuso una pena de cuatro años de inhabilitación absoluta, lo que podría resultar en su expulsión del Cuerpo. Los otros tres agentes, que no participaron en la agresión, aceptaron penas de 1 año y nueve meses de prisión por los delitos de falsificación documental y contra la integridad moral.

La Fiscalía había solicitado una pena de 10 años de prisión para los dos hermanos en su escrito de acusación, mientras que para los otros tres agentes había pedido penas de cuatro años y seis meses. Según la versión de los hechos presentada por el Ministerio Público, el incidente tuvo lugar cuando los agentes recibieron un aviso sobre dos jóvenes que causaban disturbios en la vía pública en Majadahonda, Madrid. Los jóvenes estaban deteniendo vehículos, golpeándolos con una botella de cristal y hostigando a conductores y transeúntes. Cuando los acusados llegaron al lugar, la Policía Local ya había tomado declaración a los jóvenes y los había dejado ir tras una denuncia administrativa. Sin embargo, poco después, los cinco agentes encontraron a los jóvenes en una gasolinera cercana y los condujeron al área exterior del establecimiento de lavado de autos.

En ese momento, dos de los agentes, de manera sorpresiva y sin provocación previa, comenzaron a golpear a uno de los jóvenes, incluso después de derribarlo al suelo. El joven no ofreció resistencia en ningún momento. Después de golpearlo, lo inmovilizaron boca abajo en el suelo durante aproximadamente diez minutos, en condiciones de frío y lluvia. Los otros tres agentes presentes en la escena no intervinieron, a pesar de tener la oportunidad de hacerlo. Luego, los dos guardias civiles que habían agredido al joven lo detuvieron sin causa legal.

La víctima, que sufrió heridas leves, fue llevada al médico en dos ocasiones y pasó la noche en la celda policial. Posteriormente, los cinco acusados falsificaron un informe policial para justificar su actuación, presentando una versión distorsionada de los hechos.