Movilidad

Coches que «hablan» con las carreteras y un plan con menos siniestros en Madrid

La Comunidad aprueba una estrategia para reducir a la mitad los accidentes con medidas que incluyen el uso de IA

Imagen de carreteras de la Comunidad de Madrid en la red principal y secundaria.
Imagen de carreteras de la Comunidad de Madrid en la red principal y secundaria.Jesús G. FeriaLa Razon

¿Es posible reducir a la mitad el número de accidentes en las carreteras? Es el difícil desafío que está encima de la mesa de la Comunidad de Madrid, de aquí al año 2030, y uno de los objetivos europeos. La fórmula con la que tratar de conseguir que los accidentes de tráfico sean cada vez menos frecuentes y menos graves se halla en la Estrategia de Seguridad Viaria 2024-2030. Acaba de ser aprobada por el Ejecutivo autonómico y cuenta con una inversión inicial de 11,4 millones de euros durante los próximos tres años.

El plan no consiste solo en arreglar carreteras o poner señales en los 2.572 kilómetros de vías de titularidad autonómica, sino en abordar la siniestralidad con un enfoque integral. Por eso, lo más novedoso e importante es que el plan compromete, por primera vez, a todas las consejerías del Ejecutivo autonómico, con especial implicación de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras a través de la Dirección General de Carreteras.

Además, para su diseño se ha contado con la opinión y experiencia de distintos representantes del sector, asociaciones de víctimas y colectivos vulnerables como peatones, ciclistas y motoristas, entre otros.

La maquinaria para luchar contra la siniestralidad en las vías autonómicas quedaría así engrasada para que el plan se llevase a término, independientemente del Gobierno que esté al frente, aunque Carmen Plaza, Subdirectora general de Seguridad Viaria y Conservación de la Consejería de Transportes, valora la sensibilidad y compromiso que hay por parte del Ejecutivo actual con la seguridad vial. «Queremos que todos, desde conductores hasta ciclistas y peatones, estén más protegidos, y para eso necesitamos ideas nuevas y tecnología», añade la responsable.

El reto es ambicioso, aunque no imposible. Para lograrlo, se han diseñado más de 100 medidas, de las cuales las primeras 50 ya están en marcha. Entre ellas se encuentran acciones como estudios para prevenir accidentes o el uso de la inteligencia artificial. Así, se está probando un sistema que detecta animales cerca de la carretera y avisa a los conductores para evitar atropellos. De hecho, se está testando un modelo de inteligencia artificial que, de tener buenos resultados, se aplicará en los tramos más necesarios de la red con el objetivo de prevenir este tipo de siniestros que cada vez se producen a raíz de la superpoblación de fauna salvaje.

Los motoristas forman parte de este plan y también se prueban materiales para evitar lesiones graves en caso de que un motorista sufra una caída.

El plan, no obstante, incluye dos grandes fases: la primera, hasta 2027, revisará los avances logrados y ajustará lo que sea necesario. La segunda abarcará hasta 2030 y consolidará las mejoras realizadas. Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es el uso de tecnología innovadora. A partir de 2025, los coches que circulen por Madrid podrán compartir información en tiempo real sobre lo que ocurre en las carreteras. Por ejemplo, si un coche detecta un bache peligroso o una curva complicada, enviará esa información a otros vehículos y a los responsables de mantenimiento.

Esta tecnología se basa en los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) que ya tienen muchos vehículos modernos. Toda esta información ayudará a tomar decisiones más rápidas. «Es como si los coches y las carreteras trabajaran juntos para cuidarnos», comenta Plaza a LA RAZÓN.

«Además, se recoge la elaboración de una guía de recomendaciones para los cruces peatonales y la ampliación y mejora de la capacidad asistencial de los hospitales de la región en atención a pacientes lesionados neurológicos, así como su rehabilitación», aseguran desde la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras.

Otro de los aspectos esenciales del plan es que no ha sido creado solo por expertos, sino que se ha hablado con todo el sector. «Con asociaciones de víctimas de accidentes, colectivos de motociclistas y ciclistas, y hasta con peatones», subraya Plaza. Y es que «su experiencia es clave para entender los problemas reales y encontrar las mejores soluciones», añade la responsable de seguridad viaria. También se están haciendo mesas de trabajo para escuchar propuestas sobre cómo mejorar los cruces peatonales y proteger a quienes van a pie o en bicicleta.

Menos fallecidos

En 2024, se registraron 69 accidentes mortales en las carreteras de titularidad autonómica de la Comunidad de Madrid. Esta cifra representa una disminución del 10% en comparación con el año anterior, cuando hubo 77 accidentes mortales, según los datos con los que cuenta la DGT. De ahí que ahora el objetivo se centre en conseguir de aquí a los próximos cinco años que la cifra de fallecidos en las vías de titularidad autonómica no superen los 35.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid cuenta con datos sobre la intensidad media diaria de vehículos (IMD) un factor que puede influir en la accidentalidad. En 2023, la IMD fue de 8.506 vehículos/día, con una variación del 1,81% respecto al año anterior, según los últimos datos con los que cuenta la Comunidad.

Expertos como Ramón Ledesma, consejero asesor de la consultoría Pons Mobility, alertan ahora de un fenómeno que está influyendo en la siniestralidad. Es lo que llama la «conducción desatendida». Tal y como explica, la tecnología embarcada en los vehículos modernos ha introducido una nueva actividad, la llamada «O2» (Ocio y Oficina), que es completamente incompatible con la tarea de conducir con la debida atención. «Esto pone de manifiesto que la desconcentración del conductor, alimentada por la sobrecarga de funciones derivadas de la tecnología en el vehículo, está influyendo negativamente en la seguridad vial».