El cocido de Antonio

Cuando treinta personas se suben a un Alsa y hacen 900 km (doce horas) para degustar un cocido madrileño o están locos por comer de gorra o tienen algo más que aprecio por el convocante del evento. El culpable fue Antonio Cosmen. Antonio nació en Asturias, pero tiene, por sus méritos, nacionalidad vallecana, donde le quieren como a uno más del barrio. No inventó el cocido, pero lo elevó a categoría de Champions. Logró ser campeón nacional y un 9,3 del Club de Amigos del Cocido. Madrid tiene templos de su comida nacional: La Bola, El Charol, Malacatín, la Gran Tasca, Posada de la Villa, y por supuesto, La Cruz Blanca de Vallecas.

Antonio Cosmen, en colaboración con el máquina de Nacho Sandoval, ha organizado en Leitariegos las IV Jornadas del Cocido Madrileño en Asturias. Allí nuestro hombre en Vallecas colabora con sus sobrinos Héctor y Pepe en su restaurante situado en la cima del puerto, en el pueblo más alto de todo Asturias. Su pote es Premio Nacional. La zona es conocida como el Techo del Paraíso y su belleza necesita la promoción que las autoridades asturianas han dedicado a algunas otras comarcas donde hace tiempo que ya se coloca el cartel de «completo».

Cosmen ha vendido su restaurante de Vallecas, pero su presencia y la de la actual dirección, nos permite gozar de su famoso cocido. Y seguirá en un barrio en el que ha organizado actos sociales con los mayores, creado empleo y fue premiado por la Comunidad. Ha colaborado y ofrecido su mejor producto a los sin techo de San Antón del Padre Ángel y recaudado fondos para refugiados iraquíes del padre Carlos, en Jordania. Es empresario de los que ayuda a la gente sin recursos con lo mejor de su casa: su trabajo y su cocido.