Reportaje

La Comunidad de Madrid pincha la burbuja de las casas de apuestas: «Creyeron que era un negocio redondo»

El Gobierno regional ha conseguido reducir estos locales, de 160 en 2019 a 64 actualmente (60% menos), además de batir récord en número de inspecciones

Casas de apuestas en el centro de Madrid
Casas de apuestas en el centro de Madrid© Gonzalo Pérez Mata

«La explosión del juego online hizo pensar a muchos que las casas de apuestas son un negocio redondo, especialmente por la moderada inversión que supone abrir un local», así explica Alejandro Landaluce, Director General del Consejo Empresarial del Juego, el importante crecimiento que este tipo de locales experimentó hace unos años. «Solo era cuestión de tiempo que los nuevos inversores descubrieran que el juego es un negocio que puede ir bien o mal, como cualquier otro, especialmente porque la demanda no creció, y mucho menos al mismo ritmo».

La realidad es que, según datos de la propia Comunidad de Madrid, los locales de apuestas se han reducido en la región de 160 en 2019 a 64 en 2024, lo que supone un descenso del 60 %. En el caso de los salones de juego (importante diferenciación), han experimentado un decrecimiento de hasta el 8 %. Así, esta región ocupa actualmente el puesto 14 de salones de juego por cada 100.000 habitantes respecto a las 17 autonomías y dos ciudades autónomas. Por si fuera poco, desde el propio Gobierno regional aseveran que «se trata de un sector especialmente regulado y vigilado. Hemos realizado más de 27.000 inspecciones en 2023 y 15.000 en lo que va de 2024, para la seguridad de todos: inversores, jugadores, menores, y público en general».

Landaluce asegura que desde el sector no tienen ningún problema con el volumen de inspecciones: «De hecho, creo que es bueno para nosotros, porque demuestra el nivel de profesionalidad y seguridad que hay». Pero por eso mismo, denuncia «la injustificada alarma social que se ha despertado desde hace años», además de medidas «excesivamente estrictas». «Se nos ha acusado de ser un peligro para los menores, cuando somos de los únicos locales que tienen control de acceso permanente. Por ejemplo, en Baleares, hasta se nos prohibió abrir locales cerca de las guarderías, como dando a entender que nuestra intención fuese incitar al juego a los bebés. Transmite la sensación de que no respetamos la Ley», reclama desde CeJuego. Él defiende que este sector, se podría haber autoregulado de forma natural, como otras burbujas.

A la vez, sostiene que las últimas restricciones sobre su sector tampoco se justifican en un incremento de los índices de ludopatía: «No hay ningún estudio que haya demostrado un incremento considerable de este tipo de trastornos. De hecho, España cada año cuenta con uno de los índices más bajos de Europa, al igual que tampoco hay más casos de adicción o consumo entre los menores».

En varias ocasiones Landaluce menciona, como ejemplo de regulación a Cataluña, donde su sector está contigentado desde 2003. Desde entonces no se abren nuevos locales allí, lo que ha hecho que los inversores se concentren desde entonces en núcleos como Madrid. «Pero esto no significa que el consumo de apuestas haya crecido en torno a la capital, sino que hay mucha más oferta, pero la misma demanda, lo que precisamente reduce las posibilidades de éxito de cada local», afirma. «Como tampoco es cierto, que nuestro sector se dedique a expandir el negocio en entornos de pobreza o marginales», sentencia.

La batalla contra la adicción

Por su parte, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, se reunía la semana pasada con el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Adicciones, Juan Ramón Villalbí, para abordar aspectos relativos a la lucha contra estos trastornos y poner sobre la mesa las aportaciones que desde el Gobierno central se impulsan al respecto. En el encuentro participaron también representantes del tejido asociativo especializado en la atención a esta problemática, como la Asociación Alucinos, Lakoma Madrid, de la Plataforma Madrileña de Entidades Para la Asistencia a la Persona Adicta y su Familia (FERMAD) y de la vocalía territorial de la Red de Atención a las Adicciones (UNAD).

En la reunión, las asociaciones pudieron trasladar de primera mano las realidades concretas con las que se encuentran en el territorio, aportando un documento de diagnóstico de la situación de la problemática y atención a adicciones en la región. Un diagnóstico que se extiende más allá de abordar las adicciones desde una perspectiva aislada. Entre las preocupaciones mostradas, problemáticas que afectan a las competencias regional y municipal como la diferencia de los servicios disponibles en los distintos puntos del territorio, la proliferación de casas de apuestas y su impacto en los jóvenes o la falta de recursos para mujeres víctimas de violencia de género, personas mayores sin plaza en residencias o menores, que provocan que estos colectivos terminen viviendo en la calle. «Una realidad a la que también se suma el problema de vivienda en la Comunidad de Madrid», añadieron.

Los responsables de las asociaciones también valoraron las mejoras que se han conseguido en estos años, en cuanto a la visibilización de la problemática y de la fuerza de trabajar en red. Villalbí explicó que el trabajo que se lleva a cabo desde las competencias del Gobierno central pero que, en muchas ocasiones, están transferidas a las administraciones regionales y locales, es el caso de la financiación de los programas de adicciones. El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, por su parte, calificó las drogas estimulantes como una de las mayores preocupaciones a nivel internacional, «por su extensión y también por la vertiente agresiva que presentan sus consumidores». Además, cada responsable reclamó más coordinación, para lo que han hecho hincapié en la necesidad de mesas de trabajo. Así, el delegado del Gobierno recordó la necesaria implicación de las administraciones autonómica y municipal a la hora de abordar el problema.