Historia

David Botello estrena en el Teatro Lara "Felipe V. El rey que nos salió rana"

El guionista y actor empieza una nueva etapa de su espectáculo en clave de humor sobre el primer borbón que reinó en España

David Botello estrena en el Teatro Lara "Felipe V. El rey que nos salió rana"
David Botello estrena en el Teatro Lara "Felipe V. El rey que nos salió rana"La Razón

Divertido, irreverente, transgresor. El guionista, productor y actor David Botello estrena este domingo su monólogo “Felipe V. El rey que nos salió rana” en el Teatro Lara de Madrid después de varios meses en la cartelera del Teatro Luchana, un espectáculo cercano a la "stand up" que le hinca el diente con mucho humor a una página de la Historia de España contado de otra manera.

En este monólogo histórico (que se representa los domingos por la mañana), Botello se mete al público en el bolsillo haciéndole partícipe del texto e invitándole a cantar, dar palmas e incluso interpretar un pequeño papel para los más atrevidos. “De todos los personajes que he conocido como divulgador de Historia, creo que Felipe V se merece que contemos quién era. Y de quién se rodeaba. Conviene saber quién era el ser humano para entender su reinado. Y, de propina, echarnos unas risas”, ha explicado el actor.

La vida de Felipe V (1683-1746) en la obra de Botello está llena de chascarrillos. No es para menos. El personaje padecía trastorno bipolar y sufría episodios maníaco-depresivos. Criado entre algodones en el palacio de Versalles a la sombra de su abuelo Luis XIV, aterrizó en la capital del reino de España el 22 de enero de 1701 siendo un adolescente para hacerse cargo del disputado trono tras la muerte de Carlos II, lo que muy probablemente acentuó su carácter abúlico, inseguro y huraño. Con todo, su obsesión más famosa -y la que da título a la obra- cuenta que un día se despertó pensando que era una rana. Según testimonios históricos escritos, el rey comenzó a croar y a dar saltos por el alcázar de Sevilla.

Felipe V pasó mucho tiempo intentando librarse de ese regalo envenenado que para él era el trono. De hecho, en 1724 abdicó en favor de su hijo Luis, pero su vástago murió de viruela ocho meses después, por lo que pronto tuvo que encargarse él de la corona.

“Tenía extrañas obsesiones que rozaban la paranoia”, ha explicado Botello. “Pensaba que estaba muerto. O que le querían envenenar a través de la ropa blanca. Para no tener que cambiarse de ropa, inició una cruzada contra la higiene. Dejó de lavarse, de peinarse y de cortarse las uñas. Las greñas se le salían por detrás de la peluca. Y llegó a tener las uñas de los pies tan largas que le impedían caminar. Así que decidió no levantarse de la cama. Y así estuvo durante años”.

El primer monarca de la dinastía borbónica destacó a los 18 años por su valor en el campo de batalla con una participación estelar en la batalla de Luzzara, en Italia, en 1702, en la que resultó herido. Pese a la manifiesta incapacidad del monarca, su reinado estuvo marcado por el regreso de España al plano político europeo, la reconstrucción de una poderosa flota, que fue la base de ambiciosas exploraciones científicas e innovadores progresos financieros que volvieron a situar a España entre las potencias hegemónicas. Pero esta es otra historia.

Sobre David Botello

David Botello es autor de varios libros, entre otros, “Follones, amoríos, sinrazones, enredos, trapicheos y otros tejemanejes del siglo XIX”, “Los vikingos no tenían cuernos”, “El Punto sobre la Historia”, “Felipe el Hermoso. Anatomía de un crimen” y “Luis Alfonso de Borbón: Un rey sin trono”. Además ha sido guionista para televisión (La Pecera de Eva, Frágiles, Aquí hay Tomate, TNT, Postales de Madrid para el Siglo XXI), y director de programas de éxito como El "Punto sobre la Historia", "Esto es Otra Historia" y "Cuenta la Leyenda", en Telemadrid.