Turismo

Descubriendo la historia: estas son las plazas mayores más bonitas de Madrid

La Comunidad invita a conocer la arquitectura tradicional de Castilla con la visita a seis municipios: Alcalá de Henares, Colmenar, Madrid capital, Navalcarnero y Torrelaguna

Plaza Mayor de Chinchon
Plaza Mayor de ChinchonDreamstime

La Comunidad de Madrid ha querido volver la vista hacia el pasado con un innovador programa turístico que invita a los viajeros a recorrer seis de sus municipios más emblemáticos durante este verano. Bajo el título «Descubriendo Nuestras Raíces», la iniciativa busca empapar a los visitantes de la rica cultura y patrimonio local que se esconde en las plazas mayores de Alcalá de Henares, Chinchón, Colmenar de Oreja, Madrid capital, Navalcarnero y Torrelaguna.

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, ha destacado la importancia de esta propuesta como una oportunidad única para sumergirse en la historia de los municipios más históricos de la Comunidad. Las plazas mayores de estas localidades son verdaderos testigos de los acontecimientos que han marcado su pasado y recorrerlas permite conocer sus tradiciones, paisajes y sabores locales.

El programa MadRural también ha sido resaltado por De Paco Serrano, una estrategia del Gobierno regional que busca descentralizar la oferta turística y poner en valor la rica oferta rural de cuatro áreas distintas de la Comunidad de Madrid. La Sierra Norte, la Sierra Oeste, la zona de Las Vegas y la Alcarria y Sierra de Guadarrama se unen para dar a conocer su patrimonio histórico, cultura, naturaleza y una amplia gama de experiencias para los visitantes.

Una de las joyas de este recorrido es la histórica plaza del mercado del siglo XIII de Alcalá de Henares, presidida por la icónica estatua del famoso escritor Miguel de Cervantes. A lo largo de su historia, la Plaza de Cervantes ha sido escenario de diversos eventos culturales y festivos, entre ellos, las corridas de toros que animaron la vida de la plaza hasta el siglo XIX. Esta rica historia, junto con la presencia de tantos edificios y monumentos emblemáticos, convierte a este espacio en un lugar lleno de encanto y tradición. Desde el siglo XIX, la plaza ha sido dedicada a la memoria de Cervantes y ha experimentado diversas transformaciones hasta adquirir su aspecto actual.

El encanto de la Plaza reside en la diversidad de edificios y monumentos que la rodean. En sus cuatro lados se encuentran impresionantes estructuras que evocan la grandeza histórica y arquitectónica de Alcalá de Henares. Entre ellos, destaca el majestuoso Ayuntamiento de la ciudad. Otro destacado edificio es la Torre de Santa María, además del Circulo de Contribuyentes, una impresionante construcción del siglo XIX, que se erige como testigo de una época próspera y floreciente.

El Quisco de música, un hermoso templete situado en el centro de la plaza, rodeado de árboles y jardines, evoca un aire nostálgico y romántico. Su construcción, llevada a cabo en 1889 por el arquitecto Martin Pastell, es un elemento icónico en la configuración de esta plaza llena de vida y cultura.

La Plaza de Cervantes alberga también el Centro de Interpretación denominado «Los Universos de Cervantes», un espacio dedicado a explorar la vida y obra del gran escritor español, permitiendo a los visitantes sumergirse en su legado literario.

En esta histórica plaza también se encuentra la Capilla del Oidor, un remanso de espiritualidad y armonía que añade un toque de serenidad en medio del bullicio urbano.

Pero sin lugar a dudas, uno de los elementos más destacados de la Plaza de Cervantes es el monumento dedicado al propio Miguel de Cervantes. Una estatua de bronce, obra del talentoso escultor Pedro Picoli, fue inaugurada en el año 1879. La figura del célebre autor se alza sobre un pedestal bellamente decorado con relieves que representan escenas de su famosa obra «El Quijote», obra maestra de la literatura universal.

Colmenar de Oreja

Colmenar de Oreja también cautiva a los turistas con su bella plaza porticada que data del siglo XVII, representando un maravilloso ejemplo de la arquitectura castellana de la época. Los soportales y la piedra local utilizada en edificios agregan un encanto singular a este rincón madrileño.

Tiene sus raíces en el año 1629, en que este municipio experimentó un notable crecimiento. Las obras comenzaron en 1677, pero pronto se hicieron evidentes el coste y la complejidad del proyecto. La magnitud de la empresa y las dificultades técnicas alargaron el proceso durante 118 años, tal como refleja una placa sobre el dintel del Arco de Zacatín, que proclama su finalización durante el reinado de Carlos III en el año 1794.

Navalcarnero

En Navalcarnero, la plaza porticada de Segovia, con su típica arquitectura popular castellana, destaca como una de las más pintorescas de la Comunidad. Su apertura y planta irregular la hacen única, y el imponente edificio del Ayuntamiento del siglo XVI es uno de los principales atractivos. Navalcarnero ha encontrado durante siglos su centro neurálgico en la emblemática Plaza de Segovia, un espacio público enmarcado por edificaciones históricas. Algunas de estas construcciones datan del siglo XVI, cuando el cruce de las principales vías de la ciudad, las calles Libertad y Real hacia el Norte y Sur, y las calles Constitución y Jacinto González hacia el Este y Oeste, configuraron un ensanchamiento estratégico. Posteriormente, el camino real de Extremadura añadió relevancia a este segundo eje.

Chinchón

Por su parte, Chinchón presume de una plaza medieval con más de 200 balcones que reflejan la vida cotidiana del pueblo. Su origen se remonta a las ferias de ganado, y en la actualidad es uno de los lugares más visitados de toda la región madrileña debido a su belleza y encanto histórico.

Enclavada en el corazón del municipio de Chinchón, la Plaza Mayor se yergue como un remanente vivo de la historia medieval castellana. Con su elegancia y majestuosidad, esta joya arquitectónica se ha convertido en un símbolo de la región y en un punto de encuentro para los locales y visitantes por igual. Sus orígenes se remontan al siglo XV, cuando las primeras casas con soportales y balcones fueron erigidas, forjando los cimientos de lo que hoy conocemos como una de las plazas más bellas del mundo. Su estructura sencilla, ordenada y jerarquizada es el reflejo de una época pasada, que se ha conservado con esmero a lo largo de los siglos.

Madrid capital

La capital de España también está en la lista de rutas, presentando a los turistas su majestuosa plaza mayor, una de las más antiguas y grandes de todo el país. Ubicada en el casco viejo del Madrid de los Austrias, ha sido testigo de innumerables eventos y espectáculos. La historia de la Plaza Mayor comenzó en el siglo XV, sobre el terreno de la antigua Plaza del Arrabal, donde se encontraba el mercado más popular de la villa. Todo cambió a finales de ese siglo cuando la corte de Felipe II se trasladó a Madrid, y en 1617, el arquitecto Juan Gómez de Mora recibió el encargo de dotar de uniformidad a los edificios de este lugar. Desde entonces, la plaza ha sido testigo de festejos populares, corridas de toros, beatificaciones, coronaciones e incluso autos de fe.

Torrelaguna

Finalmente, en Torrelaguna, la arquitectura popular castellana roba el protagonismo con su coso porticado. El edificio del actual Consistorio, que antiguamente fue un pósito o almacén de grano del siglo XVI, y la impresionante basílica de Santa María Magdalena del siglo XV, completan el atractivo histórico de este municipio. Con esta cautivadora propuesta, la Comunidad de Madrid invita a todos los viajeros a adentrarse en su pasado y descubrir las raíces culturales y arquitectónicas que han dado forma a estas localidades.