Detenido en Alemania "El Pastilla", el peligroso sicario que se escapó de la cárcel de Alcalá-Meco

La Policía Nacional ha anunciado esta tarde que "El Pastilla", el sicario que se escapó en Navidad de la cárcel de Alcalá-Meco, ha sido detenido en Alemania.

Según ha explicado en un comunicado, Yousef Mohamed Lehrech, de 21 años, ha sido localizado y detenido en una estación de tren de Leipzig (Alemania).

Los investigadores de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional tenían abierta una investigación a través de la Red #ENFAST que le situaba en territorio germano.

"El Pastilla", acusado de dos asesinatos, huyó de la prisión el 23 de diciembre mezclado entre las visitas de familiares por Navidad. Se encontraba en prisión provisional por, presuntamente, asesinar a uno de los considerados capos de la droga de Ceuta, Nayim K.A., apodado Tayena, en Los Barrios, en Cádiz, y a otro hombre en Algeciras.

El joven tiene dos procedimientos abiertos: uno por la muerte de Tayena, considerado su jefe, y otro por el asesinato por error en Algeciras de un joven al que supuestamente confundió con otra persona.

Tras cometer el asesinato de Tayena, la Guardia Civil lo detuvo en Algeciras y este mismo mes fue trasladado a Alcalá-Meco por sus "incompatibilidades" con bandas rivales.

Yousef Mohamed Lehrech era un preso considerado como peligroso y clasificado como FIES5. Es decir, que se trata de una persona con un historial penitenciario grave, de alta conflictividad o violencia grave.

Sin embargo, el colectivo de funcionarios denunció tras la fuga que el joven se encontraba en un módulo de respeto de jóvenes, donde los internos se comprometen a realizar una serie de actividades y mantener unas normas de conducta establecidas.

Tras su fuga de la prisión madrileña, el ministerio del Interior inició un expediente disciplinario contra varios funcionarios penitenciarios. Esta apertura de expediente afecta, según informa Ep, a tres funcionarios de la cárcel madrileña: la persona que condujo a 'El Pastilla' hasta la sala de comunicaciones (el locutorio), el encargado de llevar a los familiares al exterior de la cárcel una vez que vieron a sus hijos (entre los que se camufló el joven prófugo) y la funcionaria de la puerta principal, que no advirtió de que una persona no le había dado el DNI antes de abandonar las instalaciones.