Este es el pueblo de Madrid que tiene el nombre más largo de España

Quince Comunidades Autónomas que, junto a Ceuta y Melilla, componen las diecisiete autonomías que forman nuestra país. La mayoría de ellas están constituidas por varias provincias, y todas tienen un encanto exclusivo y pueblos únicos, que más allá de sus paisajes o ambientes, también destacan por su nombre. Y en la Comunidad de Madrid, encontramos al pueblo con el nombre más largo de España.

Los nombres de los pueblos tienen una historia que abarca desde varios siglos atrás, aunque con el paso del tiempo, han podido ir cambiando de denominación. Los hay raros o poco conocidos, como Pepino (en Toledo), La Pera (en Gerona) o Torrijas (en Teruel), así como lugares más conocidos a nivel nacional o internacional como El Toboso -situado en Toledo y conocido por la historia de "Don Quijote de la Mancha"-, Trujillo -en Cáceres- o Cazorla -situado en Jaén y destacando por su preciosa sierra-.

Sea cual sea el nombre, lo cierto es que no hay límites para la nomenclatura de cada uno de los pueblos. Por ejemplo, en Burgos nos encontramos con Quintanilla del Agua y Tordueles, con un total de 32 letras. Un poco más largo es el nombre de Santa María de Guía de Gran Canaria, en Las Palmas, con 35 letras, mientras que en Gerona, podemos ver Crùìlles Monells i Sant Sadurní de l'Heura, que tiene 42 caracteres. Pero el pueblo con el nombre más largo de España es Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, con un total de 44 letras.

Así es Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, el pueblo con el nombre más largo de España

Este pueblo, situado a menos de una hora de distancia de la capital, tiene una dimensión de apenas 24 kilómetros y tiene unos 400 habitantes. Está situado en el margen izquierdo del río Lozoya, a pie de los Montes Carpetanos y de la Cordillera de Somosierra. La zona posee una rica vegetación de robles, fresnos, encinas y praderas naturales. Cuentan con un valioso entorno natural junto a viviendas tradicionales, antiguas fraguas y dependencias de uso agrícola. Además, en el pueblo destaca una gastronomía típicamente serrana, obtenida de las huertas o de las carnes de la ganadería local.

En el pueblo convivieron las tres culturas (cristiana, hebrea y árabe), y se pueden encontrar restos de aquella época, siendo el de mayor importancia la ermita de Santiago.

Entre los siglos XVI y XVIII se constituye como núcleo estable de población, y ya llegado el siglo XVIII, exactamente en 1753, logró independizarse del Duque del Infantado. su término se refiere a la unión de dos núcleos de población, Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, que unieron sus pedanías y se formaron en un único territorio, concretamente en el siglo XIX, pero con el nombre del Gargantilla del Lozoya. Hasta 2001, cuando comenzaron los trámites para cambiar de nombre y pasó a denominarse con el nombre de ambos pueblos.