Historia

La fábrica de galletas de Madrid que acabó siendo un circo

Una fábrica que era reverenciada por los niños y que, finalmente, dejó paso al mundo de fantasía que es hoy en día

La fábrica de galletas de Madrid que acabó siendo un circo
La fábrica de galletas de Madrid que acabó siendo un circoBNE

Madrid ha sido muchas cosas a lo largo de la historia. Corte y algo más. También una ciudad industrial... Un pasado que se puede apreciar en muchos edificios de lo que hoy es el centro de la ciudad pero que, en aquel entonces, cuando se levantaron, no lo eran. Muchas de esas edificaciones están en las afueras. Un entorno que hoy forma parte de la gran urbe en que se ha convertido la capital por mor de su crecimiento. Pero que, obviamente, no siempre fue así.

De aquellas laboriosas empresas nos queda el recuerdo -o la actividad, en el caso de algunas- de las levantadas por diferentes monarcas, especialmente por los Borbones, como las Reales Fábricas fundadas en Madrid durante el siglo XVIII, como la de Tapices -aún en funcionamiento, y con gran éxito-, la de Porcelana o la de Loza. En realidad, las piezas del Buen Retiro han sido sinónimo de calidad excepcional.

También la ciudad conserva el recuerdo y los vestigios de las fábricas establecidas a finales del siglo XIX y principios del XX, con producciones tan variadas como el tabaco, la madera, los vidrios, las lámparas, el hielo, las galletas, la electricidad o las cervezas.

La que nos ocupa, nada más y nada menos que de galletas, dio paso, con los años, a algo que podríamos pensar que también está relacionado con la infancia: el circo.

Un espectáculo, para algunos el «más grande del mundo», que tuvo un indudable éxito en la ciudad. No en vano, entre los años 1880 y 1920 llegaron a construirse en la ciudad de Madrid hasta diez circos. De todos ellos, el que se ha mantenido más tiempo, en el imaginario colectivo y en lo físico, fue el Price.

Aunque como no todo se mantiene en el tiempo de manera indefinida, cabe apuntar que fue demolido allá por la década de 1970. Y todo pese a las numerosas voces que se alzaron contra esa hecatombe del arte circense. Nada se pudo hacer.

Con el paso de los años, aquello reverdeció de la mano del Ayuntamiento de Madrid. Hacia 2002 se llevaron a cabo obras en lo que había sido la antigua fábrica de Galletas Pacisa. Una institución esta en la zona de Atocha, más allá de la reconocida estación, y que albergaba una numerosa población.

De aquel edificio original nos queda una fachada neomudéjar, en un espacio que iba más allá de la fábrica de galletas original, pues contaba con varios edificios entre los que estaba también una fábrica de productos químicos. Algo esto último que a pocos entonces podía extrañar, pues los controles de calidad eran inexistentes.

Actual Circo Price
Actual Circo PriceAgencia EFE

Hablamos de una sencilla construcción industrial, pero cuya fachada se adornaba de motivos cerámicos de lacería.

Se encuentra situado en la Ronda de Atocha número 35, en una zona que, siguiendo el modelo del Ensanche de Carlos María de Castro, estaba destinada a la producción fabril. El edifico que hasta el año 2000 ocupaba la fábrica de galletas P.A.C.I.S.A, de estilo neomudéjar con fachada en ladrillo visto y decorado con motivos cerámicos, fue construido en 1922 por el arquitecto Luis Martínez Díaz, como edificio industrial.

La especialidad de la fábrica de galletas Pacisa eran las de vainilla. En concreto barquillos y galletas más sólidas de distintos precios y en diferentes presentaciones. Todo para solaz de los más pequeños... y de los no tan pequeños. La ciudad de Madrid es una de las pocas ciudades del mundo con un espacio escénico dedicado al circo. El Teatro Price ha reivindicado este patrimonio único y lo ha convertido en una referencia internacional. En la actualidad las instalaciones acogen todo tipo de espectáculos, siendo un referente para el ocio y la cultura madrileña. Atrás queda su otro pasado y el olor a vainilla que ocupaba toda la zona de Atocha.