Paseo por Madrid

Gómez Ulla y Fidel Pagés

Gómez Ulla fue un excelente innovador y salvó en África y en la Guerra Civil miles de vidas

Edificio del Hospital Militar Gómez Ulla, en Madrid, uno de los centros participantes
Edificio del Hospital Militar Gómez Ulla, en Madrid, uno de los centros participantesMarta Fernández JaraEuropa Press

Madrid tiene un extraordinario hospital público llamado Gregorio Marañón. Otro llamado Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, al que algún tonto/a le ha puesto de apellido «Centro Sanitario de Vida y Esperanza». Me extraña que los de la Memoria Histórica no le quitaran el nombre del doctor. Seguro que pensaban que el general era franquista (lo era a medias), y como tal, merecía desaparecer.

Gómez Ulla fue un excelente innovador y salvó en África y en la Guerra Civil miles de vidas. En Marruecos lo hizo en compañía, entre otros, de Fidel Pagés, un maño pata negra inventor de la anestesia epidural, una revolución para hombres heridos y mujeres al dar a luz. Gómez Ulla fue condenado a muerte después de haber intentado pasarse a los franquistas, aunque finalmente lo canjearon. Hay una biografía de un sobrino que narra la historia apasionante de este extraordinario sabio, al que Franco, que veía visiones, no ascendió a teniente general porque pensaba que era masón.

Sanidad no quiere que el Hospital Universitario de Melilla lleve el nombre del antiguo hospital militar Fidel Pagés y lo quieren llamar INGESA, para «unificarlo con el de Ceuta». El que le ha puesto apellido al Gómez Ulla es un tonto y el que se niega a reconocer los méritos de Pagés es tonto/a e idiota/o. Espero que Melilla, ya lo ha hecho el Colegio de Médicos, se movilice con firmas para que se reconozca a este médico excepcional muerto muy joven en accidente en la provincia de Burgos. Y este caminante pregunta. ¿Si Pagés, en vez de ser militar, hubiera sido futbolista, artista o héroe de la República, le hubieran puesto al hospital el nombre de este sabio aragonés? Te temo que sí.