La guerra de la Sanidad

No conozco a un ciudadano, incluso los que tienen un seguro privado, que no quiera que la Sanidad pública sea una privilegiada en los presupuestos de la Comunidad de Madrid.

Todos, o casi todos, sabemos que tenemos unos excelentes médicos mal pagados y un sistema con muchos problemas, pero que nos cura bastante bien, aunque a algunos con retraso.

Este caminante recordará toda su vida cómo fue atendido de maravilla en La Paz hace algunos años cuando cayó fulminado (no por la emoción) en el Bernabéu en un Real Madrid/ Sevilla. Mi centro de salud funciona razonablemente bien y tengo unas buenas doctoras.

El Gobierno regional nos ha dicho esta semana que siete hospitales públicos de la Comunidad están entre los 250 mejores del mundo, según la clasificación anual de la revista «Newsweek» que incluye centros privados y públicos. No es ninguna sorpresa. Los problemas más importantes de nuestra Sanidad están en la Primaria y pruebas diagnósticas, que retrasan todo el proceso para curarnos.

Los críticos con la presidenta ya trabajan de cara a las próximas elecciones. Han creado una asociación «Vecinas y vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid» que se está moviendo críticamente. El miércoles entregaron 4.000 reclamaciones «por el estado crítico de la sanidad pública madrileña».

Tanta irresponsabilidad es no afrontar los problemas de la Primaria, las pruebas diagnósticas y las listas de espera como decir que nuestra Sanidad es un caos.

Esa afirmación es un «fake» que solo busca hacer política barata en un tema en el que debería haber un consenso entre las principales fuerzas para que la salud no sea un tema de lucha de partidos.

Pero a los políticos y sus afluentes, eso les da absolutamente igual. Ellos solo piensan en lo que les puede dar votos, sea la Sanidad o la mentira.