Primero fue el soterramiento de la A-5; después, esta misma semana, la cubrición de la M-30 a su paso por Ventas, y ahora, a partir de la semana que viene, le llega al turno al soterramiento de la Castellana. Un proyecto, este último, cuyas obras comenzarán el próximo martes, 1 de julio, según ha anunciado la vicealcaldesa de Madrid y portavoz municipal, Inma Sanz.

De esta forma, los tres grandes proyectos de la legislatura de José Luis Martínez-Almeida ya están en marcha. Con todo, los trabajos, englobados en el proyecto Parque Castellana, llegan con novedades recién incorporadas y que han sido desgranadas por Sanz en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, en la que estuvo acompañada por el regidor. Para empezar, cambia el presupuesto. Como recuerdan desde el Consistorio, los pliegos del contrato, formalizado en febrero, establecían un plazo de cuatro meses para que el adjudicatario redactase el proyecto de ejecución, complementando así el proyecto básico presentado a la licitación. Finalmente, se han incorporado "importantes mejoras" por valor de 9,8 millones de euros, de manera que el presupuesto total de Parque Castellana será de 110,2 millones de euros: cerca de siete millones por debajo del presupuesto base.

Así, se han llevado a cabo "varias adaptaciones" con vistas a "mejorar la movilidad de la zona". Entre ellas, la del nuevo carril bici: finalmente, se ubicará en el flanco este del parque. En ese mismo flanco, uno de los dos carriles previstos será destinado a carril bus, lo que supondrá la creación de nuevas paradas en la acera. También se construirá un carril de aceleración para la incorporación al Nudo Norte de los autobuses con destino a la M-607. A todo esto se suma el incremento de las conexiones peatonales entre ambas márgenes y el aumento de la señalización fija y variable en la ordenación final de superficie.

El Ayuntamiento también avanza algunas de las medidas que se adoptarán durante la ejecución de la obra, con vistas a reducir su impacto en la movilidad. Así, la vía lateral de Castellana, en su sentido norte-sur, contará con un carril bus, además de los dos carriles existentes. Mientras, en el lateral sentido sur-norte se ampliará la acera para la instalación de las paradas de autobús, tanto urbanos como interurbanos. Además, los desvíos de tráfico rodado e itinerarios peatonales semaforizados se amplían en ambos laterales, con un aumento del número de semáforos provisionales.

Por otro lado, se trabajará también en reducir las afectaciones del túnel a servicios existentes como la galería de abastecimiento del Canal de Isabel II que discurre en paralelo al eje del soterramiento. A tal fin, se optimizará el acceso al túnel desde la calle Monforte de Lemos. De esta forma, se optimizarán también los trazados de varias salidas de emergencia para evitar así su cruce bajo la galería del Canal. Además, para mejorar los tiempos de ejecución, se igualan los métodos constructivos con el fin de minorar el número de equipos distintos necesarios, "mejorando así los rendimientos al poder dar más continuidad a los equipos de trabajo". En cuanto a los acabados del túnel, también se ha aumentando la altura de los revestimientos para mejorar su futuro mantenimiento.

Otros de los retoques de última hora están relacionados con las mejoras en los juegos infantiles, los equipamientos destinados al ejercicio físico, el alumbrado y el mobiliario urbano en general. Del mismo modo, las cubiertas vegetales de las rampas de acceso se verán aumentadas, mientras que mejorará el sistema de impermeabilización del túnel.

Por último, se han adaptado varios artículos de los pliegos de condiciones técnicas generales relativos a instalaciones especiales de túneles, en relación con sus sistemas de ventilación, alumbrado y protección contra incendios. Un túnel, recuerdan desde el Consistorio, que será gestionado desde el centro de control de instalaciones urbanas, por lo que se requerirá la instalación de nuevos equipos.

Por lo demás, Parque Castellana mantiene sus planes iniciales. El soterramiento tendrá una longitud de 675 metros y una anchura de 90 metros, generando un espacio de 70.000 metros cuadrados en superficie. Una cubrición que "permitirá la integración como un solo ámbito continuo del entorno de las cinco torres y el hospital de La Paz con la antigua colonia de San Cristóbal y el futuro centro de negocios que contempla Madrid Nuevo Norte". Del mismo modo, el proyecto supondrá la materialización del remate norte del paseo de la Castellana como eje estructurante norte-sur de la ciudad. Así, una vez construido el túnel, sólo circulará en superficie el transporte público y el tráfico local de acceso a los edificios.

El resultado final será el de varias zonas diferenciadas que conformarán un nuevo parque urbano, con áreas estanciales, de recreo y de paseo, todas ellas conectadas de manera accesible entre sí y con ambos flancos del paseo de la Castellana. En total, el proyecto supondrá la plantación de casi 800 nuevos árboles, que unidos a los ya existentes sumarán más de un millar.

Uno de los grandes atractivos del Parque Castellana será su gran plaza central, con forma de dos círculos contiguos y rodeados de una arboleda. Uno de los círculos contará con una pérgola de unos 25 metros de diámetro construida, de acero y madera, con plantas tapizantes en la parte superior. Junto a la plaza se ubicará un pinar que integrará ejemplares de cipreses, cedros y encinas. Así, dará lugar a un "bosque urbano", con un camino longitudinal y varios transversales, en cuyos márgenes se podrán encontrar espacios estanciales, un circuito biosaludable, zonas de juegos infantiles y de calistenia y un kiosco-cafetería.