Historia
Una iglesia que es dos en una en la Puerta del Sol
Un templo, el del Carmen, que suma el desconocido nombre de San Luis Obispo desde hace años
Una iglesia castiza como pocas. Especialmente por su emplazamiento, situada justo al lado de la Puerta del Sol, cercana a la comercial Preciados y conocida por todos. La iglesia del Carmen, como es reconocida por muchos, es el único resto que pervive del antiguo convento del Carmen Calzado, de religiosos carmelitas. Fue costeado, entre otros mecenas, por Felipe II, la princesa doña Juana de Austria, y la propia Villa, que ensanchó la calle y mejoró el emplazamiento. Comprendía toda la manzana que hoy ocupa la calle del Carmen, la calle Salud y la plaza del Carmen. Originariamente, estaba dedicado a San Dámaso, pero fue conocido siempre por el nombre de la orden que lo ocupaba. Sin embargo, tiene una nombre más largo y complejo que nos habla de otro templo, perdido en la memoria de la ciudad: el de San Luis Obispo.
Esta parroquia fue una renombrada iglesia católica bajo la advocación del santo Luis de Anjou. Un santo católico, hijo del rey Carlos II de Nápoles y Sicilia y de la reina María de Hungría. Llegó a ser obispo de Toulouse y se le atribuyen numerosos milagros. Su figura fue venerada en distintas localidades de Europa.
La iglesia a él dedicada y de la que casi no nos quedan recuerdos fue construida entre 1679 y 1689 por Tomás Román sobre una construcción previa que databa del siglo XVI. Un templo que fue incendiado el 13 de marzo de 1936, durante la Segunda República Española, y que era también conocido, en aquel Madrid, pues por allí se podía uno topar con Miguel de Unamuno cuando iba a misa. La iglesia, tras los terribles sucesos de los años 30, fue demolida, ante su situación de ruina, en 1943. De aquel templo queda el recuerdo de su retablo mayor, obra de Juan de Villanueva. En firme, lo único que sobrevivió a la decadencia y la destrucción de la iglesia de San Luis Obispo fue el pórtico, de estilo barroco, que años después, hacia 1950, terminaría trasladándose a la más conocida iglesia del Carmen, que sumó el nombre de San Luis Obispo.
En la calle de la Salud, a la altura de la nave del Evangelio, se encuentra la única torre del templo, de sillería y ladrillo, cubierta de un revocado típico de las iglesias madrileñas. En la parte inferior de la misma se ubica la portada barroca del antiguo templo de San Luis Obispo, de 1714. Enmarcada entre columnas, la portada barroca contiene un dintel, sobre el que se encuentra la escultura de San Luis.
Por encima, hay un frontón curvo partido, que enmarca la parte inferior de la hornacina donde se aloja el santo titular, todo ello en piedra caliza realizada por el arquitecto madrileño Francisco Ruiz, salvo la escultura del santo realizada por Pablo González Velasco. Por encima del santo, otro frontón curvo partido más pequeño, que enmarca un escudo. La portada que da a la calle del Carmen es más sencilla, del siglo XVII, ya que consta de dos columnas alojadas en pedestales, con pilastras retranqueadas que enmarcan la puerta, y que tiene un arco de medio punto sobre el dintel. En el tímpano de esta portada, el escudo del Carmelo y, por encima, una hornacina con el grupo escultórico de la imposición del escapulario por la Virgen del Carmen a San Simón Stock.
El templo fue objeto de una profunda actualización artística y de mantenimiento. En 2022 se han realizado obras por más de 350.000 euros y en 2023 está previsto se acometan actuaciones presupuestadas en 410.000 euros. En la primera fase, se ha dado solución a patologías estructurales del crucero y se ha recuperado la decoración de bóvedas y cornisas, tanto los volúmenes como las pinturas, devolviendo el color dorado a todas las molduras. Una nueva vida para una iglesia clave en la historia del Madrid más castizo.
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