Día de la Mujer
Sin igualdad en la carretera: ¿por qué hay menos mujeres con carné de conducir?
Aunque el peso de la población femenina es mayor en Madrid, el 55,94% de los conductores son hombres, frente al 44% de mujeres. El miedo a coger el coche es mayor entre ellas porque "va ligado a que un padre o marido debilita su autoestima»
La automoción ha sido un terreno históricamente de hombres y, casi un siglo después de que la primera española se sacara el carné de conducir (en 1925) siendo punta de lanza de un hábito común, los datos constatan que no hay igualdad al volante y que las mujeres se sienten menos atraídas por el hábito de la conducción más allá de los mitos y tópicos sobre sus habilidades. Y eso que, desde 1990 hasta nuestros días, el número de conductoras ha aumentado un 246%.
A todo esto habría que añadir otra circunstancia: el miedo que expresan muchas de las que ya cuentan con el permiso a la hora de circular por carretera, grandes ciudades, vías sinuosas o incluso a la hora de ponerse al volante de vehículos de gran tamaño (furgonetas, caravanas...), un cometido que prefieren delegar en el hombre cuando en una pareja hay que decidir quién coge el coche para cubrir un trayecto. Y es que se ha normalizado que la conducción esté muy ligada al sexo masculino. Pero veámoslo con los datos que avalan esa desigualdad en una comunidad autónoma como la de Madrid. La última estadística consolidada de la DGT (2021) revela que más de la mitad de sus habitantes (54,33%) tiene el carné de conducir en una región con una población de 6.751.251 de residentes con mayoría femenina (el 52%, son mujeres, frente al 47,84% de hombres). Sin embargo, pese a que ellas tienen un peso un 5% mayor en la pirámide poblacional, no ocurre lo mismo cuando observamos el censo de conductores, donde el 55,94% de los registrados son hombres, frente al 44% de mujeres. Es decir, hay un 12% más de conductores varones.
El esquema se repite si detenemos la vista en Madrid capital y los grandes municipios de la región. En todos ellos la población femenina es mayor. En la capital, hay 223.000 mujeres más que hombres, pero hay 203.775 más hombres con el carné de conducir. En Móstoles, 19.323 hombres más; en Alcalá, 14.209; en Fuenlabrada, 17.531; en Leganés, 18.584 en Leganés, en Getafe, 16.467 y en Alcorcón 15.215.
Y si ampliamos la perspectiva a toda España, encontramos que, en 2021, se sacaron el carné de conducir 303.254 mujeres frente a 486.780 hombres, es decir, 183.526 más conductores varones.
Menor atracción
¿Por qué las mujeres se sienten menos atraídas por la conducción? Cierto es que la red de transporte público y su cobertura se ha ido ampliando en una región como la madrileña pero, a la vez, el interés y utilidad que las mujeres encuentran en la obtención del permiso de conducir puede ser menor. «Puede tener otros condicionantes más prácticos que en los hombres, que pueden ver en la acción de conducir, además de la utilidad, un cierto componente de aspiración o de deseo. Por otra parte, la actual brecha en la expedición de permisos de conducir puede tener que ver con que todavía existe un importante número de puestos de trabajo que requieren permiso de conducir y tradicionalmente se han vinculado al hombre, constituyéndose en muchos casos en requisito para acceder al puesto», explica Fernando Solas, responsable de Formación de PONS Seguridad Vial. Aunque considera que hay otro factor que puede explicar la actual brecha de género, como es la amaxofobia o el miedo a conducir, con mayor prevalencia en mujeres que en hombres. Más de una de cada tres personas sufre en España este miedo a conducir pero «existe el doble de mujeres que de hombres con esta percepción del riesgo mucho más acusada ante la opción de conducir su propio vehículo lo que podría explicar en parte esa reducción sobre el atractivo de contar con un permiso de conducir», añade Solas.
Más miedosas
¿Y por qué las mujeres son más miedosas cuando se ponen al volante? «La principal causa es la manera de conducir, descuidada, insolidaria o, directamente, agresiva, del resto de usuarios de la vía pública, algo que afecta más a las mujeres que a los hombres», dice Jesús Monclús, director del área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre.
Un estudio de esta organización apuntaba como una de las principales causas la baja autoestima como conductoras. La amaxofobia va ligada en un alto porcentaje a familiares (padres, maridos, etc) que les debilitaron la autoestima o a altos grados de estrés y ansiedad en sus primeras experiencias como conductoras.
Para Monclús, «las mujeres son, sin duda, conductoras más seguras que los hombres cuando hablamos del riesgo de lesiones. Para ellas, la conducción es más una tarea cotidiana, o útil, que un modo de reafirmar una personalidad o un estatus social determinado. Además son más abiertas a aprender y mejorar su conducción que algunos varones que están menos abiertos a la crítica o las sugerencias que les pueden ayudar a reducir sus riesgos al volante. La búsqueda de sensaciones y la agresividad son otros de los rasgos peligrosos que son más habituales en hombres que en mujeres».
Para Camino Verdugo, coordinadora GT Seguridad Vial del Colegio de Psicólogos y experta en psicología vial, en toda esta desigualdad hay mucho de autoestima e inseguridad. «Un mujer se sentirá segura después de haber tomado veinte clases, por ejemplo, pero puede que, por lo general, un chico alcance esa seguridad antes. Creo que todo está ligado al estereotipo que existe en torno a la capacidad técnica de las mujeres que, al final, como en otros aspectos de la vida, parece que hay que demostrar el doble. Los exámenes de conducir no tienen género, pero llegamos más seguras trabajando unas parcelas que a los hombres les vienen de serie. Desde siempre, se han venido poniendo en duda las habilidades femeninas y ya desde la adolescencia, un chico de 16 años espera a cumplir los 18 años para poder sacarse el carné de conducir, cuando en el caso de las mujeres, existen otros intereses».
Pero si hay un aspecto en el que quiere hacer hincapié el vicepresidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), Sergio Olivera, es que los chicos no son más hábiles a la hora de obtener el carné de conducir. «Ellas son más analíticas y prudentes a la hora de tomar decisiones, mientras que los hombres resultan más impulsivos pero está claro que, en cuanto a habilidades a la hora de coger un coche, no hay diferencias».
Tampoco hay diferencias apreciables en los aprobados. Asegura que el porcentaje de alumnos que superan los exámenes para obtener el permiso es similar en ambos sexos. «Hay chicos que tienen mucha habilidad al volante, lo mismo que mujeres, pero lo de que a los hombres se les da mejor es un mito», insiste el vicepresidente de la CNAE.
Peso de la tradición
Lo cierto es que, en una pareja, a la hora de coger el coche, es más habitual ver a un hombre que a una mujer haciendo kilómetros, pero «esto es más una cuestión de tradición que de fondo y la percepción que tenemos en las autoescuelas sobre el número de hombres y mujeres que quieren sacarse el permiso de conducir es similar. Los datos están ahí, pero creo que la brecha es cada vez menor», añade. La estadística, de hecho, da fe de ello: mientras entre los años 2007 y 2021 el censo de conductores hombre se ha mantenido estable en torno a los 15 millones, en el caso de las mujeres ha pasado de los 9.700.000 a 11.700.000, un 20% más, lo que también confirma que la igualdad en el asfalto está más cerca.
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