Una investigación de la UCM da la clave para resolver una incógnita de la evolución humana

Los Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid junto a un equipo de la universidad esocesa Heriot-Watt han cobrado recientemente una trascendencia internacional tras su último hallazgo en el yacimiento miento de Valdocarros II (Arganda del Rey, Madrid). Por parte de la UCM han participado investigadores de la trayectoria de Joaquín Panera y Susana Rubio Jara.

Su ardua investigación ha concluido que se descarta el desconocimiento del fuego controlado como causa del final de las comunidades achelenses, que acabarían dando paso al neandertal, fase previa a la evolución de Homo Sapiens, hace 40.000 años.

Así, la gran aportación de este equipo internacional de investigadores y arqueólogos resulta la confirmación de que estos habitantes de la península ya dominaban el fuego como para cocinar a bajas temperaturas. Baja temperatura se considera al rededor de 350 grados, ya que el fuego no controlado puede alcanzar los 800, lo que supone la carbonización de la parte exterior de la carne, mientras su parte interna queda cruda, lo que dificulta su ingesta.

Por si fuera poco, esta clase de cocinado también demuestra un gran conocimiento del medio, virtud que no se le atribuía hasta ahora a estas comunidades achelenses (término que se le dedica por el uso de herramientas similares a hachas de mano rudimentarias).

En este yacimiento madrileño se han detectado hidrocarburos poliaromáticos, producto de la combustión incompleta (a 350 grados) de ramas de pino secas. Este tipo de ramas no abundaba en dicho ecosistema, lo que manifiesta la búsqueda intencionada de ellas para cocinar alimentos, confirmando un gran conocimiento del medio que habitaban.

Aunque esta investigación no aporte la teoría definitiva sobre la desaparición de las comunidades achelenses frente a la supervivencia del neandertal, sí descarta la hipótesis del desconocimiento del control del fuego como causa. Hasta ahora, se desconoce el motivo del fin de la era de la tecnología achelense, mientras que lo que le sigue distanciando de los neandertales es el uso de herramientas líticas más eficaces (que sí manejaba el neandertal).