Proust en Vallecas

Javier Padilla: «Soy buena gente. No sé si está mal decirlo de uno mismo»

El diputado por Más Madrid y número dos en la lista de Mónica García dice que sus heroínas en la vida real son las cuidadoras de sus pacientes

Javier Padilla, diputado por Más Madrid y número dos en la lista de Mónica García.
Javier Padilla, diputado por Más Madrid y número dos en la lista de Mónica García.M.M.

Médico de familia de profesión, Javier Padilla, es el número dos en la lista de Más Madrid a la Asamblea de Madrid. Además es el portavoz de la campaña de la formación que lidera Mónica García que apuesta por un Madrid más verde y que pretende hacer de estas elecciones un plebiscito entre la sanidad o Ayuso.

¿Principal rasgo de su carácter?

Soy buena gente. No sé si está mal decirlo de uno mismo, pero creo que es así.

¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?

Que sea capaz de pensar más allá de sí mismo.

¿Y en una mujer?

Que sea capaz de pensar más allá de sí misma (en el caso de las mujeres suele ser más frecuente que en el caso de los hombres, la verdad, y eso es algo que cambiar).

¿Qué espera de sus amigos?

Que estén.

¿Su principal defecto?

Soy muy cabezota y no siempre me adapto a los ritmos de las otras personas.

¿Su ocupación favorita?

Leer y escribir en silencio. Valoro mucho el silencio (especialmente desde que tengo una hija y es un bien escaso en casa.

¿Cuál sería tu ideal de felicidad?

Tiempo para todo lo que quiera.

¿Cuál sería tu mayor desgracia?

Cualquiera que quien tiene hijos o hijas puede imaginar.

¿Qué le gustaría ser?

No puedo decir que desee ser algo que no soy, la verdad, así que me quedo como estoy.

¿En qué país desearía vivir?

En España, aunque Argentina siempre tiene reservado un lugar especial.

¿Su color favorito?

Verde esperanza.

¿La flor que más le gusta?

La rosa de pitiminí.

¿El pájaro que prefiere?

La cigüeña.

¿Sus autores favoritos en prosa?

Edurne Portela y Don Winslow son dos cuyos libros compro el día que salen a la venta y que suelo terminar del tirón.

¿Sus poetas?

Alejandra Pizarnik, sin duda. Murió prematuramente y plasmó por adelantado el mundo que vivimos.

¿Un héroe de ficción?

Atticus Finch, de Matar un ruiseñor.

¿Una heroína?

Wonderwoman, que es la favorita de mi hija (junto a Lady Bug).

¿Su músico favorito?

Keaton Henson y Karol G.

¿Su pintor preferido?

Remedios Varo y René Magritte.

¿Su héroe de la vida real?

Cualquiera de las cuidadoras de mis pacientes.

¿Su nombre favorito?

Alejandra.

¿Qué hábito ajeno no soporta?

La impuntualidad. Aunque me veo obligado a asumirla, porque es demasiado frecuente.

¿Qué es lo que más detesta?

El desprecio de quienes tienen poder hacia el resto de la gente.

¿Una figura histórica que te ponga mal cuerpo?

Margaret Thatcher.

¿Un hecho de armas que admires?

El levantamiento del 2 de mayo contra las tropas francesas.

¿Qué virtud desearías poseer?

Ralentizar o acelerar el tiempo a mi antojo.

¿Cómo te gustaría morir?

Con mi hija «encarrilada» y pudiendo despedirme de todos. Sin dolor, pero no quiero muertes súbitas.

¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?

Esperanzado. Suelo pensar que hasta lo más cotidiano va a salir bien.

¿Qué defectos le inspiran mayor indulgencia?

La torpeza social típica de quien acaba de llegar a un sitio. Todos hemos sido nuevos en algún sitio y hay que acompañar todo aprendizaje.

¿Tiene una máxima?

Frente al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad.