Los "jetas" del Metro

El Gobierno regional nos contó ayer que ha logrado la mejor nota histórica de los usuarios de Metro con un notable alto (8,18), la calificación más alta recibida en los 30 años de la Encuesta de Percepción de Calidad.

Esta encuesta no es como las del CIS de Tezanos, que son un camelo. Responde a la calidad del servicio de la que somos testigos todos los usuarios.

Se pregunta a 13.000 viajeros, incluidos extranjeros que visitan Madrid, y por mucha cocina que lleve la realidad es que tenemos uno de los mejores metros del mundo.

Es regular, rápido, está limpio, seguro y aunque tienen que mejorar aspectos como las inundaciones cuando caen cuatro gotas de agua, podemos estar orgullosos de lo que han creado empresas, técnicos y políticos con nuestros impuestos.

No siempre fue así. Hubo una época, no muy lejana, en la que el Metro funcionaba pero era un nido de corrupción en muchos de sus departamentos.

Algunos de sus jefes extendieron el ‘negocio’ al extranjero. Uno de ellos encargaba estudios a una empresa que era de su hija y a otro le cubrían la piscina a costa de las obras que encargaba a esas mismas empresas. Los viajes a ‘tope’ eran habituales. De la seguridad ni hablamos. Eso de aperitivo.

Les llamábamos ‘los jetas del Metro’ que el PP no quiso llevar al juzgado, mientras que el PSOE estaba en otra cosa. Se fueron de rositas. Tiempos pasados.

Esperemos que el nuevo consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, y el nuevo consejero delegado, Ignacio Vázquez, sigan con la tradición y mejoren este servicio esencial para todos los ciudadanos y, sobre todo, vigilen que no vuelvan los ‘jetas del Metro’.