Palacios de Madrid

El palacio del Conde de Miranda, el secreto mejor guardado

El palacio, del siglo XVIII, está en pleno Madrid de los Austrias y albergará pisos turísticos

Palacio del Conde de Miranda
Palacio del Conde de Miranda. David JarDavid JarFotógrafos

En pleno corazón del Madrid de los Austrias se enclava la plaza del Conde de Miranda, a medio camino entre la plaza Mayor y la de la Villa. Es uno de esos rincones de la ciudad que parece trasportarnos a otra época. En ella, además del Convento de las Carboneras del Corpus Christi, fundado en 1605 por Beatriz Ramírez de Mendoza (1556-1626), condesa viuda del Castellar y señora de Rivas, dama de la Reina Ana de Austria, y administrado por la orden de monjas jerónimas, encontramos la casa palacio del Conde de Miranda, una mansión pegada a la espalda de la Basílica Pontifica de San Miguel (Nunciatura Apostólica), levantada en el siglo XVIII para residencia del Conde de Miranda del Castañar.

Este edificio, muy fiel al austero estilo castellano tan propio de buena parte de esta zona de Madrid, muestra un aspecto sencillo en su exterior, con la típica estructura de las residencias y casas solariegas de la nobleza, con la planta baja adecuada para las dependencias domésticas y de los criados y la planta principal destinada a albergar la propia residencia. El solar ocupado por el inmueble, tiene forma rectangular con un pequeño añadido hacia la antigua iglesia de los Santos Justo y Pastor. Tiene fachada y acceso principal a la plaza del Conde de Miranda, en su número 1, fachadas laterales a la Calle del Conde de Miranda, fachada compartida con edificación aneja a la basílica y fachada trasera al Pasadizo del Panecillo y al Patio del Arzobispado.

Palacio del Conde de Miranda. David Jar
Palacio del Conde de Miranda. David JarDavid JarFotógrafos

Según la ficha municipal, el edificio tiene dos plantas sótano, destinadas actualmente a aparcamiento privado, con acceso por el Pasadizo del Panecillo: la planta baja con acceso por la plaza del Conde de Miranda, 1, donde hay algún local comercial, y luego las plantas segunda y tercera con viviendas distribuidas. El edificio dispone de dos escaleras interiores y dos patios de luces. Previamente a su construcción, el conde de Miranda tuvo que adquirir las dos casas que había en el solar, una de las cuales la compró con una carga fiscal de 1.500 maravedíes en 1733, mientras que la otra estaba libre de cargas fiscales, pues había sido liberada en 1652 por Lorenzo de Mendoza y Juana de Castilla.

Esta segunda casa fue habitada durante el siglo XVI por Rodrigo e Iñigo de Cárdenas Zapata, Alférez Mayor de Madrid este último, embajador del rey en Venecia y París, parientes de unos Condes de Miranda del Castañar que ya entonces habitaron en este lugar con gran número de criados, como así se desprende de las Matrículas de Comunión y Confesión que se realizaron en la corte en el año 1597. El edificio original se construye en el siglo XVIII, sufriendo deterioros sensibles y posibles intervenciones no constatadas ni documentadas a lo largo del tiempo, llegando a un estado ruinoso en los años ochenta del siglo XX.

En este momento se transforma el edificio existente en 1988 (sin actividad, deshabitado y en estado ruinoso en esa fecha), siendo reformado, con uso según residencial y terciario, destinado en la práctica para turismo desde 2016. Sin embargo, en 2021 el edificio fue cerrado para adaptarse a la nueva normativa municipal sobre este tipo de inmuebles y ha sido en este mes de marzo cuando la comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el plan especial que permite la transformación necesaria para legalizar su nuevo uso.

Pero esta conversión en apartamentos turísticos no ha estado exenta de polémica, aunque finalmente ha recibido el mencionado visto bueno del Ayuntamiento de Madrid siempre respetando los elementos del edificio protegidos.

Precisamente este 22 de marzo, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el Plan Especial para el Control Urbanístico Ambiental de Usos (PECUAU) para la parcela en la que se encuentra el palacio, que permitirá el funcionamiento de 27 apartamentos turísticos, de acuerdo con la normativa vigente en esta materia, en esta casa palacio.

Con este Plan Especial, explica el consistorio madrileño, se contribuirá a la conservación del edificio, "ya que la actividad de las viviendas turísticas permitirá asegurar el mantenimiento del inmueble en perfecto estado".

La propuesta incluye, además de los 27 apartamentos con 31 habitaciones, un total de 25 plazas de aparcamiento, más una plaza destinada a bicicletas eléctricas. Este valor supone un aumento de cinco plazas de aparcamiento sobre la dotación mínima exigida por las Normas Urbanísticas.

El PECUAU es el instrumento necesario para el cambio de uso de este inmueble (de residencial a terciario de hospedaje) y como paso previo a la concesión de las licencias de edificación o actividad y con objeto de valorar su incidencia sobre el medio ambiente urbano.

Ubicado en el interior del perímetro de la Cerca y Arrabal de Felipe II, en el Catálogo Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, la parcela está incluida en el Bien de Interés Cultural del Conjunto Histórico “Recinto de la Villa de Madrid”, en el BIC en la categoría de Zona Arqueológica “Recinto Histórico de Madrid”, así como en el Entorno del Bien de Interés Cultural de la Iglesia Pontificia de San Miguel, declarado en la categoría de Monumento.

La iniciativa aprobada no autoriza obras más allá de las permitidas por grado de protección. Los trabajos relativos a la recuperación de la cubierta mencionados en este Plan Especial son vinculantes, en cumplimiento de las prescripciones de la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural y la Comisión Local de Patrimonio Histórico. El resto de las obras incorporadas a esta propuesta no son vinculantes y serán objeto de análisis en el correspondiente expediente de licencia urbanística o declaración responsable.

Entre estas últimas, se autorizan obras de acondicionamiento y la revisión de las instalaciones y la señalización contraincendios y de accesibilidad en la planta sótano; obras de adecuación para el acceso de personas con movilidad reducida y otras modificaciones puntuales en la primera planta; la recuperación de una de las verjas existentes en el Pasadizo del Panecillo, y la redistribución de espacio en el interior de las viviendas, entre las plantas 1 y 3.

Respecto a la recuperación de la envolvente del edificio, se establece la necesidad de subsanar la infracción urbanística realizada en su momento por la construcción de unas terrazas para instalación de equipos de aire acondicionado, restituyéndolas a su estado inicial. Para ello, se recuperarán las buhardillas inicialmente existentes, con sus medidas originales, homogeneizando la cubierta.