Patrimonio

Llamada de auxilio para el Arco de la Victoria de Moncloa

La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica presenta un recurso contencioso por el «progresivo deterioro» de un monumento cuya gestión asumirá en breve el Ayuntamiento

La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo por el mal estado del madrileño Arco de Triunfo de Moncloa, que Franco ordenó construir entre 1953 y 1956, imprimiéndole la condición de ser el único levantado sobre el escenario de un campo de batalla, en este caso la que se libró por la capital durante la Guerra Civil en los alrededores de la Ciudad Universitaria. En el escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, la entidad se dirige al Ayuntamiento de Madrid «para que se requiera a la propiedad» con el objetivo de acometer «las obras necesarias para su adecuada conservación y ornato», abortando el «progresivo deterioro» del enclave.

La asociación denuncia el «lamentable estado del monumento denominado Arco de la Victoria, máxime cuando consta» su declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid, así como su carácter de «elemento singular con nivel de protección I Histórico-Artístico en el Catálogo de Bienes Inmuebles protegidos del Plan General de Ordenación Urbana».

La entidad insta a que los trabajos comiencen «inmediatamente» y, «en caso de incumplimiento por la propiedad», se proceda a la «ejecución subsidiaria a costa de los obligados». Asimismo, apremia a la «identificación» de «las autoridades y el personal al servicio de esa administración pública bajo cuya responsabilidad se tramite el procedimiento».

En la actualidad, el emblemático arco pertenece al Consorcio Urbanístico de la Ciudad Universitaria de la Complutense de Madrid (UCM), que prevé una cesión al consistorio, aunque la conservación también compete al Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, que en 2006, al construir el intercambiador de Moncloa bajo el monolito, se comprometió a su mantenimiento. Un convenio cuya firma es inminente lo dejará en manos del Ayuntamiento del reelegido José Luis Martínez-Almeida. El objetivo es restaurar el monumento y analizar su destino. Una de las opciones es dedicarlo, al menos en parte, a uso cultural, según señalan desde el área de Cultura del consistorio, que va a esperar a configurar el nuevo equipo para culminar la cesión.

Desperfectos del Arco de Triunfo de la Moncloa
Desperfectos del Arco de Triunfo de la MoncloaGonzalo Pérez

La también conocida como Puerta de la Moncloa, por su similitud con las madrileñas puertas de Alcalá y Toledo, ha sido blanco reciente de las críticas de la izquierda e incluso el candidato de Podemos-IU-AV a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, prometió que si se hacía con el bastón de mando iba a demoler el Arco de Triunfo para sustituirlo por un memorial a las víctimas del franquismo, al estilo de la proposición de ley que Podemos presentó en el Senado para derruir el Valle de los Caídos. También se encuentra en el punto de mira de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que apela a Ley de Memoria Democrática para su erradicación.

El abandono y los desperfectos del monumento vienen de lejos. En septiembre de 2022, la propia Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica se dirigió a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid para que, «tras los trámites oportunos de investigación, se determine su posible relevancia penal». Este escrito es elocuente sobre el estado del lugar, puesto que se afirma que «desde hace aproximadamente 5 años se está permitiendo e incluso promocionando el deterioro continuo y la ruina del Arco de la Victoria».

«Desde el punto de vista de su valor artístico es indiscutible, ya que se trata de una obra de gran calidad. En su creación han participado los arquitectos [Modesto López Otero y Pascual Bravo Sanfeliú] y escultores [Moisés Huertas, Ramón Arregui y José Ortells] más relevantes y reconocidos de su época, lo que le confiere un carácter único que le otorga singularidad artística y estética. No cabe duda de que, independientemente de la interpretación que se le quiera atribuir, es una obra espléndida que ennoblece además el marco urbano al integrarse plenamente en el entorno», reza el escrito.

El monumento, denuncia la asociación, «se encuentra en un estado de conservación lamentable, totalmente degradado y amenazando ruina por la desidia y falta de diligencia de las autoridades de la Universidad Complutense, del Ayuntamiento de Madrid y del Consorcio de Transportes».

El documento incluye fotografías para ilustrar el nivel de los desperfectos. Así, aporta una imagen del Arco desde el acceso a la Ciudad Universitaria en la que «se puede observar el estado deplorable con numerosas pintadas y grafitis». Asimismo, hay otra vista desde el acceso por la carretera de la Coruña. Desde allí «su estado general es todavía peor, teniendo en cuenta que es la imagen desde el acceso y salida de Madrid hacia el noroeste», lamentan los denunciantes.

Otras fotos sirven como ejemplo de la «suciedad permanente». La entidad hacía hincapié en que «hace mucho tiempo que no se barre y se retira la basura acumulada», por lo que «numerosos cristales rotos permanecen sin que nadie limpie durante meses».

En el mismo sentido, apuntaba a que la «falta de mantenimiento» provoca «que crezcan matas al acumularse tierra entre las llagas del solado», porque «no se retiran las hierbas y el pavimento «se deteriora y se rompen las losas».

Desperfectos del Arco de Triunfo de la Moncloa
Desperfectos del Arco de Triunfo de la MoncloaGonzalo Pérez

Además, «todas las paredes de la base» se aprecian «sucias por la acción de grafiteros», pinturas «que permanecen años, sin que se produzca su limpieza» y ocasionando «un gran deterioro».

A tenor de esta denuncia ante el TSJ, «la falta de diligencia y protección llega al límite de permitir durante años que pandillas de adolescentes y jóvenes hagan una pista de prácticas de patinetes y monopatines», costumbres que «han contribuido en gran manera a que se haya levantado una superficie importante de losas, tanto de piedra como cerámicas, y tabicas y huellas de las escaleras».

Otra serie de imágenes ilustran el interior del monumento, que «también se encuentra desprotegido y ha sido vandalizado», fundamentalmente con grafitis en las paredes a media altura.

Todo este panorama podría dar un vuelco cuando el Ayuntamiento de Madrid se haga cargo del Arco de la Victoria. El vicerrector de Relaciones Institucionales Juan Carlos Doadrio señaló el año pasado que el Consejo de Gobierno de la UCM había aprobado «la concesión demanial por 25 años del mantenimiento y restauración del Arco de Triunfo», que podrá ser usado con «fines turísticos y culturales». La universidad participará en «la comisión de seguimiento» del cumplimiento de la Ley de Memoria.

En marzo de 2017, el Consorcio Regional de Transportes anunció que destinaría una partida presupuestaria para reparar la docena de escalones que dan acceso al conjunto que rodean diariamente miles de conductores en su tránsito y salida de la capital. Pero la escalada de su declive no ha hecho sino aumentar cada día. Una decadencia que parece cerca de su final.

Carmena quiso resignificarlo en 2016

En abril de 2016, el Ayuntamiento de Madrid –entonces en manos de Manuela Carmena– tenía intención de resignificar el monumento con el nombre de Arco de la Memoria. Se iba a acondicionar el interior para montar allí una exposición sobre la capital durante la Guerra Civil, pero el proyecto no salió adelante. Ese uso se pensó en su origen, en una sala que se encuentra en lo alto de la estructura y donde se expuso en su día una maqueta de la Ciudad Universitaria. Al igual que la cruz del Valle de los Caídos, el Arco de la Victoria tiene salida al exterior, con unas vistas impresionantes, a ras de la cuadriga de Minerva que domina el monumento. La altura es de 42 metros, a los que hay que añadir los siete que suponen el carro de la diosa romana guerrera y protectora de las artes. El Área de Cultura del actual consistorio encargó un informe técnico para conocer el estado del monumento. La idea es que, una vez suscrito el convenio pendiente, la competencia recaiga en la Dirección General de Patrimonio Cultural. Su director, Luis Lafuente, ya destacó la «preocupación» del equipo de Gobierno por el emblemático espacio.