Luz verde a la nueva Nevera del Ramiro de Maeztu

Las cicatrices que dejó Filomena en el invierno de 2021 son aún visibles en la capital. El daño más notable, el del arbolado, con cerca de dos millones de ejemplares afectados. Sin embargo, también hubo golpes estructurales. Uno de los más dolorosos, el sufrido por el Ramiro de Maeztu. Y concretamente, el de La Nevera, su pabellón deportivo y cantera del equipo de baloncesto de Estudiantes. Los desperfectos causados por la borrasca culminaron con su demolición.

Ahora, la Comunidad de Madrid da luz verde definitiva al proyecto para su recuperación: invertirá más de 4,1 millones de euros en la reconstrucción de La Nevera. Así lo anunciará hoy el Consejo de Gobierno, que autoriza de este modo la contratación de estas obras, que empezarán el próximo año y tendrán un plazo de ejecución de 12 meses.

El proyecto de reconstrucción que ahora se aprueba plantea levantar el nuevo pabellón y un «aula específica» como un edificio independiente del resto de este centro educativo. A su vez, este se conectará mediante una pasarela ubicada en la zona de Secundaria. Como afirman desde la Comunidad de Madrid, esto permitirá que haya una separación rigurosa de los circuitos para dividir el acceso de los alumnos y el de los jóvenes del club deportivo.

Así, los trabajos consistirán en la construcción de un recinto con un volumen similar al antiguo, aunque con una ocupación menor. Además, se mejorará la accesibilidad tanto en el interior del edificio de Secundaria existente como en el espacio exterior.

Respecto al ajardinamiento y urbanización, se recuperarán dos espacios, actualmente residuales, que se ajardinan e integran en el área urbanizada de forma accesible, favoreciendo así la conexión con el jardín histórico. Del mismo modo, las dos pistas deportivas se rehacen a una cota inferior para dar continuidad a los espacios y mejorar paisajísticamente el entorno.

Por último, debido a la catalogación de protección del edificio como Bien de Interés Cultural, todas estas actuaciones se ajustarán específicamente a los requerimientos establecidos por la Comisión Local de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.

Desde 1957

Como explican desde la web de Estudiantes, La Nevera se inauguró en 1957 con el nombre de Campo Nuevo, entonces sin cubierta. Su distintivo techo fue instalado en 1966 y, poco después, le llegó el turno a las paredes, el marcador y el suelo de madera. Sin embargo, lo que no llegó fue la calefacción, motivo por el cual se ganó su apelativo. Como decía Antonio Díaz Miguel, una de las figuras históricas del club, «corría la leyenda entre los alumnos del Ramiro de que técnicos del universitario Instituto del Frío venían a La Nevera para estudiar su estructura y aprender cómo congelar sin necesidad de utilizar la energía eléctrica».