Emprendimiento

Madrid y la huella hídrica: «Aún no está resuelta la contaminación del agua»

La mexicana Karen Legorreta, con su startup COVA, ha participado en el programa municipal Puentes de Talento del Ayuntamiento de Madrid para concienciar de la huella hídrica

Karen, emprendedora mexicana que lucha contra la contaminación del agua.
Karen, emprendedora mexicana que lucha contra la contaminación del agua.David JarLa Razón

A través de la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid Puentes de Talento, la mexicana Karen Legorreta lleva dos meses en Madrid desarrollando su proyecto de emprendimiento sostenible. Su idea consiste en una startup que consigue tratar las aguas residuales para poder reutilizarlas para riego, transformándola en «abonos azules». Su concienciación con la distribución y la calidad del agua nace desde su región natal Guajaca. «Es una de las zonas más pobres de México, pero de las que cuenta con más recursos naturales». Así, Karen culpa de los problemas de su localidad natal a la desigual distribución de la riqueza y a la corrupción.

Tan auténtico es su compromiso con el medioambiente que este proyecto nacía en 2018 como una ONG y no como empresa. «La idea de rentabilizarlo surge de la crisis financiera que vive toda ONG pequeña cuando empieza a crecer», reconoce. Con total transparencia, reconoce que no preocuparse por la supervivencia económica «es algo solo propio de idealistas». De hecho, va más allá y asegura que en su trabajo le preocupa a partes iguales la cuestión económica y la medioambiental. Al ser preguntada por la línea en la que una empresa deja de ser ética medioambientalmente, es contundente: «La línea está en los recursos que inviertas en medir tus impactos y cómo mitigarlos. Todo lo demás corresponde solo a lavado de imagen de las corporaciones».

Aunque la medición de huella de carbono está desde hace años en boca de todos, la huella hídrica cada vez preocupa más y hay más empresas que se dedican a analizarla. Sin embargo, Karen apunta varios detalles que la diferencian de la competencia: «Nuestra clave está en que también nos preocupamos por fomentar la construcción de infraestructura verde y la conservación de biodiversidad y los ecosistemas».

Durante estos dos meses en Madrid, Karen ha confirmado su opinión de que todas las partes del mundo padecen el problema del agua. «Madrid no tiene resuelto el problema de la contaminación del agua o las sequías», asegura. De hecho, no teme que la califiquen de «catastrofista» cuando asegura que la escasez de agua es un problema inmediato y que esta generación «vamos a empezar a sufrir sus consecuencias en todo el mundo».

Pero, a pesar de esta urgencia social, es muy crítica con cómo se está intentando concienciar a la sociedad: «Se ha trasladado la culpa a las familias y pequeños consumidores. Obviamente, cada impacto cuenta, pero es injusto descargar la responsabilidad a las grandes industrias o a la agricultura. Sin su colaboración, nunca se resolverá el problema medioambiental.

Ahora, el objetivo más inmediato de su «startup» COVA pasa por crecer internacionalmente, pero sin abandonar nunca la vocación solidaria y comprometida con la que nació hace más de seis años. Como tampoco pretende olvidar el conflicto medioambiental de su Guajaca natal.

Precisamente, este programa del Ayuntamiento de Madrid nacía hace tres años con dos propósitos fundamentales. El primero consiste en integrar sus proyectos en el tejido empresarial madrileño. «Madrid es una gran oportunidad de mercado para negocios como el mío», comparte Karen. Con este objetivo, desde el Ayuntamiento ofrecen facilidades para minimizar los trámites burocráticos. Pero además, este programa permite que, a la vez, estos jóvenes empresarios sigan desarrollando sus proyectos locales y apliquen lo aprendido en Madrid. Crecimiento bidireccional.