Madrid: la manzana del distrito "rico" que, por fin, será urbanizada

En el barrio de Guindalera, en el distrito de Salamanca, y rozando con los límites de Chamartín, existe una enorme y desértica extensión de tierra. Una «falsa» zona verde de unos 50.000 metros cuadrados que lleva mucho tiempo ejerciendo de solar. De hecho, fue hace cinco años cuando esta zona debería haber dado el primer paso hacia su urbanización. En 2020, el Ayuntamiento de la capital anunció el «desbloqueo» de la zona tras años de «enquistamiento». Ahora, finalmente, el proyecto, al que ha accedido LA RAZÓN, se está sometiendo al trámite de información pública, a la espera de alegaciones. De esta forma, parece que la última zona del distrito de Salamanca que quedaba sin urbanizar, contará con viviendas, así como zonas verdes e infantiles.

La Junta de Gobierno de Cibeles aprobó inicialmente el proyecto el pasado 23 de febrero. Con un presupuesto total de 3, 9 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses, el promotor de la obra será la Junta de Compensación Club Santiago. La finalidad, según se apunta en la memoria, es la de «posibilitar la continuidad urbana y en especial la mejora de los accesos al ámbito». De ahí que, en la descripción de las obras se incluya el movimiento de tierras; la pavimentación de calzadas y aceras; plantaciones y mobiliario, y las redes de saneamiento, distribución de agua, eléctrica, alumbrado público, telecomunicaciones y gas.

La extensión de terreno limita al norte con la avenida de la Guindalera; al sur, con las calles Canalillo, Parral, Arroyo del Canalillo y la avenida de Bonn; al este, con la calle de José María Sánchez Silva, y al oeste, con la avenida de Camilo José Cela. El Ámbito cuenta con una superficie de suelo de usos lucrativos de 39.328 m2, de los cuales 6.012 m2 se destinan a residencial y 33.316 m2 a deportivo privado. De hecho, el proyecto contempla la «ampliación» del Centro Deportivo Santiago Apóstol, perteneciente a la Fundación que lleva el mismo nombre, y que tiene su sede en la calle Méjico, también en Guindalera.

De las tres parcelas de las que consta el ámbito, dos (una de 26.745 metros cuadrados, y otra de 12.641) serán de suelo deportivo privado, mientras que la que resta será residencial. En lo que se refiere a las viviendas, el proyecto no incluye su edificación, ya que, en caso de salir adelante, deberán ser adjudicadas. En todo caso, se estima que el espacio destinado dará lugar a alrededor de 96 hogares.

El distrito de Salamanca, si bien es el que cuenta con el metro cuadrado más caro de la capital en lo que concierne a vivienda (5.740 euros, por delante de Chamberí, con 5.283, y Chamartín, con 5.000 euros), hay que recordar que su barrio de Guindalera va a contracorriente en ese sentido. Para hacerse una idea, en el distrito conviven el barrio de Recoletos, que cuenta con el metro cuadrado más caro de la ciudad (8.429 euros) con el de Guindalera, donde el precio cae más de la mitad: alrededor de 4.000 euros. En todo caso, se trata de un coste, este último, también por encima del precio medio de Madrid ciudad, situado en unos 3.600 euros.

La memoria del proyecto detalla algunos de los nuevos equipamientos para esta zona. Entre ellos, destaca un área de juegos infantiles. En su caso, será pavimentado con un arenero conformado por dos capas y estará equipado con un columpio nido inclusivo y un carrusel múltiple.

Por otro lado, los paseos de la zona verde, drenantes, contarán con especies arbórea como el celtis australis para el parque, mientras que el arbolado de alineación de los viarios estará ocupado por pyrus calleryana «chanticleer», y acer platanoides, entre otras, distribuidos en aceras de entre 3 y 6 metros de ancho. Estas especies estarán situadas a una distancia mínima de cuatro metros de las correspondientes farolas. También se proyecta una red de riego subterráneo para el riego de todas las especies arbóreas y arbustivas que se planten. Las tuberías de polietileno y los goteros que conforman el sistema de regado estarán controlados por programadores electrónicos mediante sistema bluetooth, de forma que permitirán accionar a distancias las correspondientes electroválvulas.

Como mobiliario urbano, se ha optado por bancos de madera de dos metros (cuatro unidades) y papeleras de plástico de 50 litros de capacidad (tres unidades), ambos elementos homologados por el Ayuntamiento de Madrid.

En cuanto a los trabajos en el viario, el proyecto supondrá un aumento del ancho de la acera Sur de la Avenida de la Guindalera. En el tramo de la Avenida de Camilo José Cela se respetarán las alineaciones actuales, dejándose una anchura de 27 metros. Por otro lado, se creará un nuevo tramo de calle, desde la intersección de las calles de José María Sánchez Silva y la avenida de Bonn, con la avenida de la Guindalera, dejándose una anchura entre alineaciones de 24 metros. Finalmente, la acera Oeste de la calle José María Sánchez Silva, que en la actualidad está en tierras, se ensanchará respecto a la alineación que marca el planeamiento del ámbito.

Todas las calles irán acompañadas de sus respectivos pasos peatonales y plazas de aparcamiento. Los aparcamientos diferenciados estarán dispuestos en línea o en batería en función de la planta del viario. En las calles de nueva creación se dispondrán en batería, mientras que en la avenida de la Guindalera serán en línea.

Tras la presentación de alegaciones, comenzarán unos trabajos que conllevarán el desbroce y limpieza del terreno, el levantados de pavimentos, cimentación de canalizaciones, colocación de tuberías... Todo ello con vistas a dotar de vida y actividad a una manzana, hasta ahora, desaprovechada en el distrito «rico» de la ciudad.