Magnificencia blanca

Poseer la capacidad de magnificencia está al alcance de muy pocas personas. El tener una visión clara de lo que puede generar excelencia y no andar con cálculos de dinero ni mediocres rentabilidades, es privilegio de elegidos. Amar un viñedo y hacer del mismo un proyecto de vida es fortuna si se mantiene la coherencia por encima de otras circunstancias. Esta disertación puede ser retórica tratándose de vino, a menos que uno tenga el placer de pisar algunas de las hectáreas más exclusivas de «Finca Ygay» de la riojana «Bodega Marqués de Murrieta».

En la parte más alta de ese enclave vitícola de prestigio hay un viñedo viejo de poco rendimiento, donde se vendimia a mano una viura especial. La que luego va siguiendo un camino de preciso control para embotellarse como Capellania. Los pasos precedentes que incluyen crianza en roble francés, afinador hormigón, tienen un sentido: lograr un blanco de gustosa expresión frutal y bajo el único mandato que hoy interesa en la casa como es la frescura. Hermoso conjunto de estructuras y aromas elegantes, en las antípodas de otras expresiones untuosas y pesadas. Con el empaque ligero de esa magnificencia que llama a las puertas del gourmet Internacional. 2018 es el aldabonazo de un blanco grande y sutil.

Bodegas: Marqués de Murrieta

Vino: Capellanía 2018

D.O.C.: Rioja

PVP: 82 euros

www.marquesdemurrieta.com