Manzanilla fina, fina

El mar de Jerez es tan inagotable que de puro pequeño siempre nos da sorpresa. Por el tiempo, por los aventureros que se introducen en ese mundo. Una manzanilla llamada La rubia nos da otro chispazo de alegría enopática. Y como representa el signo de los tiempos, se enfatiza la importancia del pago. Siempre se dijo que era poco trascendente la viticultura dada la alquimia bodeguera posterior. Se desmiente en este caso lo anterior, por el arraigo en Miraflores, los suelos de albariza dispersa y la gestación de un trayecto de buena intensidad sutil.

La crianza biológica es aquí controlada para que no se pierda la frescura y todo adquiera coherencia. La vejez media de las soleras que al final se sacan nunca es menor a cuatro años, y llegan hasta la media docena. Y aquí está el secreto y el milagro, porque no hay pérdida en absoluto de esas notas ricas de salinidad, de pujanza fresca, y de paso de boca agradable. Bien puede acabar convirtiéndose esta marca recuperada en jefa de las barras de todo el país.

Esta Manzanilla encabezada con mucho grado, no obstante mantiene pulso, la tersura y la directa sugestión del vino sanluqueño que tiene sugestivos matices ricos de la tierra para pregonar felicidad. Fina, fina y de verdad.

Bodega: Del Río

Vino: Manzanilla la Rubia

D.O.: Manzanilla de Sanlúcar

Precio: 10,50 eros

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