Paseando por Madrid
Miserables con coche
En 2023 el Ayuntamiento puso 1.603 multas a los insolidarios por aparcar en zona reservada para personas con movilidad reducida
Mi amigo Nino Tronko no se rinde nunca, como tiene que ser. Hace bien. Siempre que salimos y hay barreras arquitectónicas monta el pollo y no lo hace en voz baja.
Mi hijo Nacho cuando era pequeño le llamaba el astronauta porque lleva dos muletas, algo que utilizan cientos de ciudadanos que tienen derecho a moverse como tú, usted o yo.
Mi prima Maria Paz, a la que todos adorábamos, tenía también dificultades y tampoco puso límites a su movilidad, se las pusieron los demás. En una ocasión tuvimos que denunciar que una compañía le puso pegas para viajar en avión debido a su discapacidad. ¡Qué vergüenza!
Los destrozados, como dice Nino, han luchado mucho y gracias a su pelea hay leyes que exigen eliminar las barreras arquitectónicas. Los ayuntamientos y gobiernos han instalado rampas y ascensores, pero aún falta mucho.
La agresión viene no sólo de las autoridades. Los ciudadanos también les hacemos la puñeta y vulneramos sus derechos. El tronko tiene coche y está harto de que los insolidarios aparquen en las plazas reservadas a las personas con dificultades.
El concejal Borja Carabante, que se lo curra, ha contado que Madrid tiene 12.078 plazas reservadas para personas con movilidad reducida. En 2023 han puesto 1.603 multas a los insolidarios por aparcar en zona reservada, pocas me parecen. También se ha descubierto que hay 453 miserables que utilizan las tarjetas de aparcamiento, o las trucan, sin tener derecho a ello.
Está bien, pero no es suficiente. La Comunidad de Madrid tiene más de 28.000 ciegos que cada día tienen más obstáculos en la calle lo que les provoca caídas y peligro y de los que nadie se acuerda nunca. Que yo sepa no han puesto ni una multa para evitar estas trampas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar