Incidentes

Motín en el CIE-Madrid de 80 inmigrantes con graves destrozos

El incidente se inició cuando se le iba a suministrar su medicación a un interno musulmán en pleno Ramadán

Algunos de los destrozos causados
Algunos de los destrozos causadosSUP

Policías nacionales denuncian un grave amotinamiento ocurrido en el día de ayer en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid "que pone de manifiesto la urgente necesidad de revisar y mejorar las condiciones de seguridad de los policías en estos centros, así como no ceder al chantaje de los internos", según el SUP.

El motín, protagonizado por aproximadamente 80 internos, ha dejado en evidencia no solo la vulnerabilidad de los policías que sufren estas agresiones sino también la de los propios internos no involucrados, en un contexto marcado por la violencia y la falta de medios adecuados para garantizar la seguridad, agrega.

El incidente comenzó cuando un interno, solicitó su medicación durante el período de Ramadán, lo que derivó en un estado de nerviosismo y alteración notable de este sujeto. Este comportamiento se intensificó rápidamente, evolucionando hacia amenazas de muerte, insultos y agresiones físicas hacia los agentes y la infraestructura del centro. El interno procedió a autolesionarse y a utilizar su sangre como medio de intimidación, mientras otros internos exacerbaban la situación; impedían la salida al patio y facilitaban objetos para ser usados como armas improvisadas.

La violencia incluyó con la destrucción de mobiliario, puertas y ventanas, y el uso de cristales como armas contra los agentes. La situación se agravó aún más con la participación de otros internos, grupos de sudamericanos, quienes se unieron al motín y transmitían los hechos a través de redes sociales.

El SUP pide "reforzar el personal y aumentar el número de agentes, proporcionando formación continua y especializada para enfrentar situaciones de alta tensión y violencia, tal y como ha ocurrido en el día de ayer; mejora en la dotación de material, con chalecos antibalas, así como chalecos antitrauma individuales y material antidisturbios actualizado, en cantidad suficiente para todos los agentes; revisión de las medidas de seguridad en la infraestructura; apoyo policial y judicial.

"La situación es tan crítica para el servicio de seguridad del CIE ante la falta de apoyos, que esta unidad tiene una alta rotación de personal, ya que ningún policía quiere trabajar en esas condiciones y abandona la unidad en cuanto tiene ocasión". También revisar el marco de actuación de las ONGs y garantizar una mayor protección legal para los agentes.