Exposición

El mundo del modelismo replica la obra de Augusto Ferrer-Dalmau en 3D

El Ateneo de Madrid recoge la muestra que repasa la Historia a través de los cuadros del pintor de batallas en 125 piezas en miniatura

La Comunidad de Madrid ha presentado la exposición «Arte, historia y miniatura. Ferrer-Dalmau en 3 dimensiones» en la que se presentan figuras a escalas de la obra pictórica de este artista. Han asistido a la inauguración Marta Rivera y Manuel Marchena. Los cuadros de historia de Augusto Ferrer-Dalmau cobran vida de la mano de un nutrido grupo de miniaturistas. Las miniaturas militares que se incluyen en esta exposición crean un universo en tres dimensiones a partir de las obras de Ferrer-Dalmau. Las figuras de jinetes, caballos, soldados o personajes medievales se escapan de los cuadros para transformarse en figuras casi reales. Estas figuras, en muchos casos, cada pieza es fruto de la colaboración de dos o tres personas, que realizan el modelado o la pintura. Cada figura se esculpe sobre un esqueleto o se transforma partiendo de otra miniatura comercial. Después, se procede el montaje de elementos individuales y los pequeños detalles de las figuras. © Alberto R. Roldán / La Razón
Imagen de uno de los cuadros de Ferrer-Dalmau reproducido en miniatura 3DAlberto R. RoldánFotógrafos

Es un trocito de Historia moldeada con solo tres dedos, un esfuerzo «descomunal» de un arte en el que España es el número uno. El mundo del modelismo replica al pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau y saca sus obras del cuadro, convirtiéndolas en figuras 3D en miniatura.

Recuerdan a los antiguos soldaditos de plomo, pero mucho más elaborados. A base de resina y pasta de modelaje, pinceles de un solo pelo, oleo, acrílicos y la mezcla de los tonos mate, satinados y brillantes logran reproducir las huellas del ayer.

La muestra, que fue inaugurada ayer por la consejera de Cultura, Marta Rivera, junto al pintor Augusto Ferrer-Dalmau y contó, entre otros, con la presencia del juez Manuel Marchena, permanecerá hasta el 9 de abril en la sala de exposiciones «Anselma» del Ateneo de Madrid (C/ Prado, 19). Cuenta con más de 125 piezas prácticamente todas originales y realizadas por más de 85 miniaturistas.

El proyecto se inició hace un año, tiempo que han dedicado cada uno de los modelistas en llevar a cabo la reproducción de una de las obras de Ferrer-Dalmau que ellos mismos eligieron. Y es que fue la asociación de modelistas Alabarda –que agrupa al mayor número de ellos– la que buscó al pintor de batallas para proponerle una colaboración conjunta y hacer esta exposición que ha promovido junto a la Fundación Ferrer-Dalmau. «Todos los modelistas han hecho un gran esfuerzo», destaca el pintor de batallas que ve esta modalidad artística como la «más completa y difícil» y, a su vez, «la menos conocida» ya que consiste en pintar y modelar al mismo tiempo.

El pintor de batallas Augusto Ferrer Dalmau, la consejera de Cultura Marta Rivera y el juez Manuel Marchena durante la inauguración de la exposición
El pintor de batallas Augusto Ferrer Dalmau, la consejera de Cultura Marta Rivera y el juez Manuel Marchena durante la inauguración de la exposiciónAlberto R. Roldán Alberto R. Roldán

Con la exposición se busca reivindicar este tipo de arte y divulgarlo. Ferrer-Dalmau destaca que el modelismo «debería estar en las galerías de arte como los cuadros y las esculturas», sin embargo, no ocurre así ya que en muchas ocasiones se ha considerado dentro de la categoría de «juguete». «Yo soy un modelista frustrado», apunta, y es que para para ser bueno en ello hay que tener el don de la paciencia e, incluso, «ser miope» es un extra a favor por el grado de precisión en las distancias cortas.

«Siempre estoy intentando que sea algo importante y no sea solo una afición: que pase a ser considerado en el rango artístico y no solo como un ‘‘hobby’’. Desde mi punto de vista es casi una pieza de joyería» y subraya la importancia de haber conseguido poner la muestra en el centro de Madrid, aunque, la idea de la Fundación Ferrer-Dalmau es que sea itinerante y poder llevarla a más ciudades».

Es también la primera exposición en miniatura que tiene un hilo conductor: la Historia de España que va del siglo XV al s. XXI, donde muestra también la evolución del tema militar, desde la conquista de América, hasta las misiones de paz del Ejército español en Mali o Afganistán. Repasa así los diferentes hitos históricos que van desde la máxima expansión de la corona de Castilla, los Tercios de Flandes, la decadencia del imperio, la pérdida de las colonias, el declive de las campañas de África, el desastre de Annual, la guerra civil y la evolución de la historia militar en un marco internacional.

Uno de los miniaturistas, Antonio Zapatero, llevaba en la inauguración la masilla con la que esculpe las figuras. Pero él sólo las crea y hay lista de espera de pintores que piden colorear sus figuras. Otra de las figuras ha sido elaborada por Jaime Rull, quien empezó desde niño con la afición y subraya que esta muestra «no va de ideologías porque ves figuras que representan momentos muy dramáticos, republicanos, anarquistas, el Desastre de Annual»...

Cuadro del 2º Tercio de Asturias de Ferrer-Dalmau junto a su réplica en miniatura elaborada por Jaime Rull
Cuadro del 2º Tercio de Asturias de Ferrer-Dalmau junto a su réplica en miniatura elaborada por Jaime RullJ. R. J. R.

Los miniaturistas resaltan cómo el modelismo es un arte que está «minusvalorado». Y es que el foro habitual donde se puede encontrar una pieza de estas, que son de coleccionista, es a través de las asociaciones de modelismo que se mueven, sobre todo, a través de los concursos internacionales que se suelen celebrar en polideportivos o centros culturales, pero nunca en galerías de arte. La técnica ha ido evolucionando desde los que tallaban en madera en el Imperio Romano, pasando por los soldaditos de plomo y ahora las figuras elaboradas con resina. España despunta en ello seguido de Francia, Italia y Gran Bretaña, donde comenzaron las primeras figuras, los «toy soldier». Las marcas Airfix o Historex las comercializaban en plástico, pero la técnica y la inquietud de los modelistas fue creciendo de manera que lo que unos ven como «hobby» es ya un arte que aúna escultura, Historia y pintura.

Un recorrido artístico en miniatura que no deja indiferente.