Pasiones vivientes

Nueve celebraciones sorprendentes de Semana Santa a las que acudir en Madrid reconocidas de Interés Turístico

La pasión viviente de Morata de Tajuña, que ostenta el privilegio único en el mundo de recibir la bendición apostólica

Pasión Viviente de Chinchón
Pasión Viviente de ChinchónGTRES

La Comunidad de Madrid se prepara para vivir nueve celebraciones de Semana Santa reconocidas como de Interés Turístico durante un período de devoción, tradición y espectáculo que atrae a visitantes de todas partes. Destaca la pasión viviente de Morata de Tajuña, que ostenta el privilegio único en el mundo de recibir la bendición apostólica.

Según resalta la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, estas pasiones vivientes y festividades religiosas son reconocidas por su arraigada tradición cultural, su singularidad y su gran atractivo para el público en general.

Alcalá de Henares y la Pasión Viviente de Chinchón han obtenido reconocimiento a nivel nacional, mientras que Daganzo de Arriba, Móstoles, Morata de Tajuña, Parla, San Lorenzo de El Escorial, Torrejón de Ardoz y Villarejo de Salvanés han sido distinguidos a nivel regional.

En Alcalá de Henares, la ciudad se viste de gala para recibir a las nueve cofradías que procesionan desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, en un evento que combina siglos de tradición con actividades contemporáneas como conciertos y exposiciones.

San Lorenzo de El Escorial destaca por la solemne procesión del Santo Entierro el Viernes Santo, seguida por la conmovedora procesión del Silencio esa misma noche.

En Torrejón de Ardoz, la tradición de las procesiones se remonta al siglo XVI, siendo especialmente significativa la procesión del Silencio del Miércoles Santo.

Parla, con una imaginería con más de 350 años de antigüedad, atrae a miles de visitantes con el esplendor de sus celebraciones que culminan en el Santo Entierro y la procesión del Encuentro el Domingo de Resurrección.

Pasiones vivientes

Las Pasiones Vivientes son otro atractivo destacado de la región, con Morata de Tajuña ofreciendo una representación única de la Pasión que atrae a más de 20.000 personas cada Jueves Santo, y Villarejo de Salvanés presentando un espectáculo donde las 13 escenas pueden apreciarse desde un solo lugar.

La Pasión Viviente de Chinchón, que reúne a más de 250 vecinos en una interpretación del Vía Crucis en ocho escenas, es otro punto culminante de la Semana Santa madrileña.

Finalmente, Móstoles cierra las celebraciones con la procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección, simbolizando el encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad en la Plaza de Cuatro Caminos.