Elecciones

Ocho candidatos en la batalla por ser rector de la Complutense

La universidad inicia un proceso electoral de récord, con más aspirantes que nunca: cuatro catedráticos y cuatro catedráticas

Coronavirus.- El equipo de Gobierno de la UCM se pone en cuarentena al dar positivo uno de sus integrantes
Edificio del Rectorado de la Universidad Complutense de MadridEUROPA PRESS (Foto de ARCHIVO)11/10/2019larazonEUROPA PRESS

Tras quedar cerrado el plazo para la presentación de candidaturas para el cargo de rector de la Universidad Complutense, ayer se proclamó a los ocho candidatos. Da comienzo así la carrera electoral por el Rectorado de la más grande de las universidades públicas españolas. Muchos sectores ambicionan alcanzar el gobierno de esta universidad, pero no todos por las mismas razones.

Una de las primeras en anunciar su candidatura fue la catedrática Esther del Campo, decana de la facultad de Políticas a la que hace años Podemos aupó como miembro la Junta Electoral Central. Sobre la misma se subraya el peligro de polarización de una UCM a la que acaba de incorporarse Pablo Iglesias y que durante los próximos años podría ser el principal foco de agitación contra un gobierno autonómico dueño de la financiación de las universidades públicas madrileñas.

Junto a esta candidatura de marcado carácter político, se han presentado otras con parecido sesgo como la promovida por la también catedrática y antigua Vicerrectora de la Universidad María Castro, desde cuyo puesto contribuyó hace años a promover la fusión de departamentos y centros que causó una gran polémica y costó el cargo al anterior Rector Carlos Andradas, actualmente Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, a propuesta del ministerio de Joan Subirats, del que su antiguo Vicerrector, José Manuel Pingarrón, es hoy Secretario de Universidades. Por su parte, Carlos Andradas apoya la candidatura de la también Catedrática Matilde Carlón, que fue Secretaria General de la Universidad. Las principales críticas a la candidatura de Carlón se centran en definirla como un nuevo intento de controlar la Universidad por parte de Carlos Andradas, ahora desde su puesto como Rector de la UIMP. Cargo para el que fue designado por el Gobierno de Sánchez tras un tiempo como asesor científico de la Vicepresidenta Tercera del Gobierno. Ambas candidatas, Castro y Carlón, compartieron asimismo equipo rectoral con José Manuel Pingarrón, principal responsable ministerial de la nueva LOSU, cuya entrada en vigor está generando un enorme descontento en casi todos los campus universitarios.

Por el lado de la derecha se presentan dos candidaturas, la del Catedrático de Economía José Ignacio López, Vicerrector de Economía recientemente dimitido por encontrarse en desacuerdo con la política de convocatoria de plazas de estabilización del actual rector, Joaquín Goyache, que considera excesivamente generosa en el gasto. Su bandera electoral es la introducción de una férrea contabilidad analítica en la Complutense y el equilibrio presupuestario. El otro candidato de derechas es Javier Arias, cirujano de profesión y Decano de la Facultad de Medicina, cuya candidatura se asocia a la promoción de una política que garantice el control de la Universidad por los centros más grandes, como el que él dirige. Su pretensión pasa también, según fuentes universitarias, por llevar al rectorado una política de reducción del tamaño de la plantilla no docente y de las retribuciones, el nivel administrativo y el poder interno del personal administrativo en la universidad.

Otros dos candidatos que pretenden agrupar el descontento frente al actual equipo de gobierno son los químicos Josefa Isasi y Jesús Pérez Gil, a cuyas respectivas candidaturas se atribuye por sus compañeros poca fuerza electoral interna y una orientación más bien dirigida a pactar con otros candidatos para conseguir un Vicerrectorado de la Universidad.

Por su parte el actual Rector, Joaquín Goyache, Catedrático de Sanidad Animal, pretende renovar mandato con una política continuista, cuyo eje central ha sido durante los años de la pandemia la estabilización del personal docente y de administración y el aumento de plazas disponibles en ambos sectores, así como la potenciación de la ciencia, respetando la pluralidad ideológica de la universidad. Este proyecto parece contar con el apoyo de algunos de los sectores más técnicos de la Complutense, como las Facultades de Derecho, Ciencias Económicas u Odontología, cuyos cuadros suelen tradicionalmente dar prioridad al rigor académico y a los proyectos científicos y educativos frente a las vinculaciones políticas.

En este proceso, muchas miradas se dirigen al Catedrático de Derecho Administrativo y de la UE, Ricardo Alonso, de cuya candidatura a Rector se llegó a hablar en los últimos meses y que, como Decano de una Facultad de enorme peso y prestigio, la de Derecho, siempre ha demandado un gobierno técnico y plural pero con bajo perfil político al frente de la universidad, y un equipo rectoral en el que quepan todas las ideologías y que sea capaz de convivir con todas las administraciones públicas, pero al margen de influencias políticas externas.

Entre los retos del Rector Complutense para los próximos años se encuentran el nuevo diseño de su plantilla de personal, la modernización energética, la estrategia digital y la apertura internacional. Todo ello deberá acometerse, previsiblemente, al amparo de la nueva LOSU promovida por el gobierno de Sánchez, pero contando con la financiación y bajo la atenta supervisión del gobierno madrileño presidido por Isabel Díaz Ayuso. En las próximas semanas de campaña electoral se conocerán las propuestas de los diferentes candidatos a Rector, la viabilidad de cada una de ellas y el apoyo con que cuentan en el seno de la Ciudad Universitaria.