Música

El secreto del violinista holandés que llenará el Wizink: "Trabajo, trabajo y trabajo"

Concierto en el Wizink Center el próximo 14 de marzo a las 19 horas. Se rendirá homenaje a la larga trayectoria del compositor neerlandés André Rieu

André Rieu
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André Rieu (Países Bajos, 1949) inició su carrera musical siendo niño, influenciado por la profesión de director de orquesta de su padre. Por ello, perteneció a diversas compañías hasta que en 1987 fundó la propia, con el nombre neerlandés de Johann Strauss Orkest. Desde entonces comenzó una exitosa carrera que le llevo a obtener numerosos premios y ser número uno en listas mundiales.

El violinista ha expresado a LA RAZÓN que desde niño le fascinaba el mundo de la música: “Mi padre era director de orquesta y recuerdo aquel inmenso grupo de músicos que creaba un sonido maravilloso, todos los arcos moviéndose a la vez…lo encontraba realmente fantástico, Pero ya entonces me sorprendía el ambiente tenebroso que reinaba durante los conciertos. Todos tan serios, no se podía reír ni toser, mientras que para mí la música era algo que irradiaba mucha alegría. Hemos querido huir de todo ese ambiente solemne que rodea la música clásica y que asusta y disuade al público de asistir a los conciertos. Nuestra orquesta la forman músicos jóvenes y entusiastas que salen todas las noches al escenario a dar conciertos conmigo y se entregan en cuerpo y alma. Y el público nota este entusiasmo”.

También recalca que eso no significa que su camino al éxito haya sido un camino de rosas, pero que todo fue necesario para llegar donde está hoy. “Trabajo, trabajo y trabajo. Mi vida privada ha estado tan vinculada a mi trabajo estos últimos veinte años que hablar de ella en realidad significa hacerlo también de mi carrera, sobre todo porque Marjorie –mi mujer– ha estado muy implicada desde el principio. Y es que mi vida es la música, siempre me rodea y nunca me cansa”, cuenta André. Sin embargo, supo que era lo que siempre había querido y eso le llevó un proceso de aprendizaje. Con tan solo 12 años ya se adentró en la industria: “Los comienzos fueron duros, yo solo me centraba en mi sueño pero el entorno fue complicado, gente quejándose porque quería más dinero, más comodidades, pasaba frio, pasaba calor… nadie hablaba de lo verdaderamente importante. Por eso cree mi propia orquesta, cuya manager es mi mujer, y juntos desde entonces formamos un gran equipo”, expone Rieu.

El vals y la música clásica

Durante sus estudios de violín en el conservatorio lo invitaron a tocar en una orquesta de salón, donde tocó por primera vez vals: "Gold und Silber" de Franz Léhàr. “Fue un descubrimiento. Me sentí de inmediato conmovido por aquel compás que años más tarde se convertiría en el ritmo de mi vida, el compás de tres por cuatro, el vals”, apela. Además de valses, actualmente toca otras muchas melodías. “Mi sueño es que toda la música clásica sea accesible para todos. Con este objetivo he mandado construir mi propio estudio de grabación, en el que estamos trabajando mucho para volver a grabar la música clásica”, comenta. Con el paso de los años y una larga trayectoria, el violinista detalla que su éxito se ha basado en hacer la música como la ha hecho siempre: a través del corazón e interactuando con el público. “No es muy típico en la música clásica encontrar un contacto tan directo entre la audiencia con el artista. En mi caso sí, es fundamental la relación que entablamos todo mi equipo, mi público y yo. Esa esfera se percibe y marca la diferencia”.

A diferencia de lo esperado, André confiesa que ese contacto directo era lo que le quitaba los nervios y le daba la fuerza y la energía que necesitaba. En 2010, el maestro aterrizó en el Reino Unido y vendió más de 400.000 copias de su primer CD. En solo ese año, Rieu superó el millón de discos vendidos en el mismo país. También hizo historia en el Reino Unido al clasificarse como el álbum de música clásica más vendido del siglo. Lleva cinco años siendo el músico más vendido en Australia. Ha dominado los ránquines de DVD de las antípodas con 9 DVD en el TOP 10 y, en diciembre de 2008, André recibió una placa conmemorativa a 80 discos de platino en Australia, país donde ha vendido tres millones de copias.