Otro año más en la Pradera

Carabanchel tuvo que ser. Allí ha estado, está y estará estos días, todo el protagonismo del madrileñismo. Identitario y acogedor. La recogida del agua en la fuente del santo, la comida en la pradera, las rosquillas... y los políticos forman parte del paisaje más castizo de este 15 de mayo. Pero hay más vida más allá del día del Santo.

Con el permiso de San Isidro, muchos fueron los que por allí se dejaron caer este miércoles. Por Carabanchel. Pero hay más. La Pradera de San Isidro albergará numerosas propuestas para todos los públicos, con las ganas de divertirse por bandera. Desde la tradicional verbena, hasta divertidos espectáculos familiares. Además, la música y la fiesta se han prolongado cada jornada hasta bien entrada la madrugada.

La histórica Pradera, pintada por Francisco de Goya en 1788, fue constituida y catalogada como parque en 1970 por el ayuntamiento de la Villa. Desde siempre, ha sido el espacio de diversión de los madrileños. Y a él vuelven. Una y otra vez. Siglo tras siglo. Aunque ahora, cosas del crecimiento demográfico y territorial de la capital de España, debe compartir escenario, para celebrar al Santo, con otros espacios de la capital. Madrid se ha enfrentado este miércoles al día grande de sus fiestas con música en directo en cuatro escenarios -la plaza Mayor, la Pradera de San Isidro, los jardines de Las Vistillas y Matadero Madrid- donde han actuado Azúcar Moreno, Diana Navarro, Sara Socas y Queralt Lahoz, poniendo el broche final a la festividad.

Y el fuego, que últimamente Madrid se ha vuelto también muy valenciana. Para la celebración de esta cita, el Ayuntamiento ha organizado dos Castillos de Fuegos Artificiales. El primero dio la bienvenida este sábado a las fiestas en el Puente de Toledo. Y el segundo será el espectáculo que ponga el broche final de la celebración al santo patrón.

Tendrá lugar en la Pradera de San Isidro este 15 de mayo, a las 23:59 horas. El mejor lugar para poder presenciar los castillos de fuegos artificiales es el centro neurálgico de la fiesta. Una Pradera que vuelve a tener protagonismo. Hasta el 2025. De nuevo.