Memoria Histórica

Pedro Sánchez recibe una reclamación para que «desmonte» el Arco de Triunfo de Moncloa

La ARMH invita al presidente a dar el paso «como punto de partida para la anunciada regeneración»

Desperfectos del Arco de Triunfo de la Moncloa
Desperfectos del Arco de Triunfo de la MoncloaGonzalo Pèrez

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que en 2019 adquirió el dominio www.franco.es con el objetivo de convertirlo en una web para la «denuncia de los crímenes de la dictadura franquista», quiere desterrar el Arco de Moncloa del paisaje madrileño.

La entidad que preside Emilio Silva, nieto del primer desaparecido del franquismo en España identificado por una prueba genética, ha enviado un escrito a Presidencia del Gobierno en el que recuerda a Pedro Sánchez –apelando a las manifestaciones tras su periodo de reflexión de cinco días–, «que como punto de partida para la anunciada regeneración democrática se desmonte el Arco de la Victoria que, como dice su inscripción en latín, fue dedicado “a los ejércitos aquí victoriosos” (ARMIS HIC VICTRICIBVS), que fueron los de Franco, Hitler y Mussolini que desfilaron por el centro de la ciudad de Madrid el 19 de mayo de 1939 celebrando el inicio de la Segunda Guerra Mundial».

El texto hace referencia a que «recientemente, desde la Presidencia del Gobierno, se ha anunciado el inicio de una serie de políticas destinadas a regenerar la democracia», y que «sin duda, las políticas de memoria histórica deben ser fundamentales en ese proceso que se pretende llevar a cabo en el seno de una sociedad que ha sufrido a una larga dictadura, que cometió terribles violaciones de derechos humanos cuyas consecuencias todavía atormentan a miles de familias de republicanos civiles de desaparecidos, que no han tenido todavía la posibilidad de acceder a la justicia a la que tienen derecho y ver que los poderes del Estado investigan, juzgan, condenan, reparan y rechazan frontalmente la dictadura».

Lamenta la ARMH que «el Estado español sigue sembrado de monumentos y vestigios fascistas que ensalzan y celebran los crímenes de la dictadura y que ya llevan más años erigidos en democracia que bajo el franquismo».

Acerca del monumento levantado a la entrada de Madrid por la autovía de La Coruña, menciona que «se encuentra en las proximidades del Palacio de la Moncloa, y su coexistencia con los gobiernos democráticos es un grillete sujeto al tobillo de nuestras libertades. La lucha por la calidad de nuestra democracia debe comenzar por el rechazo a sus enemigos, como inicio de una nueva y necesaria pedagogía antifascista. Desmontar ese Arco de la Victoria, que lleva más años en pie en democracia que en dictadura, sería un punto de partida consistente y fundacional para una regeneración que no puede ser real si no termina con todas las impunidades del franquismo», concluye.

No es la primera vez que entidades o partidos de izquierda arremeten contra edicios, complejos o monumentos como el propio arco de triunfo de la capital. El año pasado, durante la campaña electoral del 28M, el candidato de Podemos-IU-AV a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, prometió que si se hacía con el bastón de mando iba a demoler el Arco de Moncloa para sustituirlo por un memorial a las víctimas del franquismo. Lo hacía en un vídeo en el que lo calificaba de «vergüenza democrática».

El arco, único levantado sobre el escenario de un campo de batalla, fue promovido por la Comisión Permanente de la Junta Rectora de la Ciudad Universitaria y construido entre 1953 y 1956. Pertenece al Consorcio Urbanístico de la Ciudad Universitaria, aunque el Ayuntamiento ha firmado un convenio conforme al que acometerá su restauración y analizará los eventuales usos, probablemente de carácter cultural. La Administración local se compromete a gestionar y a mantener el edificio en los próximos 25 años, con trabajos por valor de1,1 millones a comenzar en 2025.

El monumento está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid, y se trata además de un «elemento singular con nivel de protección I Histórico-Artístico en el Catálogo de Bienes Inmuebles protegidos del Plan General de Ordenación Urbana». Esta catalogación prohíbe expresamente derribarlo aunque esté en ruina. Su deterioro fue denunciado por la Asociación por la Reconciliación y la Memoria Histórica, que logró que un juzgado apremiara a su restauración.

Derribar el Valle de los Caídos, otro empeño recurrente de la izquierda

En la misma línea, Podemos arremetía en 2018 contra otro enclave referencia del franquismo, el Valle de los Caídos, donde proponía derribar la Cruz que domina todo el recinto. Una iniciativa del Grupo de Izquierda Confederal iba más allá en 2020 al plantear la demolición de todo el monumento. En plena pandemia, el grupo parlamentario en el Senado presentó en el Registro de la Cámara una proposición de ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Franquismo y de la Memoria Democrática del Estado Español, cuyo artículo 27 recogía la demanda expresa. Pedía la «resignificación de todo el complejo, eliminando toda expresión y connotación franquista» y, en caso de «valorarse su escaso valor arquitectónico», tras la evaluación de «un comité de expertos», proceder a la demolición previa exhumación de todos los restos y entrega a los familiares».