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Pelayos de la Presa se planta ante la ubicación de la nueva depuradora

Su ubicación tendría graves consecuencias ambientales y sociales

Los habitantes de Pelayos de la Presa, una pequeña localidad en la Comunidad de Madrid, han levantado su voz contra el proyecto del Canal de Isabel II para la construcción de una nueva Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) en su avenida principal. Los vecinos consideran que la ubicación elegida para la planta podría tener graves consecuencias ambientales, sociales y económicas para la comunidad. La principal preocupación de los residentes radica en la proximidad de la nueva instalación a las viviendas. El proyecto plantea que la EDAR se construya a solo 31 metros de la casa más cercana, y a escasos metros de una planta de tratamiento de agua potable y una gasolinera. Esta cercanía supone, según los vecinos, un serio riesgo para la seguridad y la salud de los habitantes de la zona, riesgos que, aseguran, han sido ignorados en la planificación de la obra.

Uno de los puntos más críticos es el impacto ambiental que la instalación podría generar. La depuradora, además de la potencial contaminación del agua por su cercanía a la potabilizadora, produciría malos olores que afectarían la calidad de vida de los residentes. Estas molestias podrían volverse insoportables, dado que los vientos dominantes arrastrarían los olores hacia la zona residencial.

A esto se suma la preocupación por la afectación a la biodiversidad. El lugar donde se pretende construir la EDAR está catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona Especial de Conservación (ZEC), áreas protegidas por la normativa medioambiental europea. Estas zonas son el hábitat de numerosas especies avícolas que podrían verse gravemente afectadas por la construcción y funcionamiento de la planta depuradora. «El respeto por estas áreas es fundamental. El Canal de Isabel II parece estar pasando por alto la normativa que protege estas zonas tan valiosas para la fauna local», señalan desde la plataforma vecinal que ha comenzado a movilizarse.

Preocupación económica

El aspecto económico también juega un papel clave en la oposición al proyecto. Pelayos de la Presa depende en gran parte del turismo, una actividad que podría verse perjudicada por la presencia de una planta depuradora en su avenida principal. Además, los residentes temen una depreciación de las propiedades cercanas, lo que afectaría a la economía familiar de muchas personas que han invertido en sus viviendas. Ante esta situación, los vecinos han iniciado una campaña de recogida de firmas en apoyo a las alegaciones que han presentado para detener el proyecto en su ubicación actual. La iniciativa ha recibido el respaldo unánime de todas las agrupaciones políticas del municipio y del Ayuntamiento de Pelayos de la Presa, quienes han decidido dejar de lado sus diferencias ideológicas para unirse en defensa del bienestar común. Los habitantes de Pelayos de la Presa piden a las autoridades competentes que reconsideren la localización de la EDAR y busquen alternativas que no comprometan la salud pública ni el entorno natural. «No estamos en contra del desarrollo, pero no podemos aceptar que se haga a costa de nuestra calidad de vida y de nuestro entorno», subrayan los promotores de la campaña.