Gastronomía

Una parada en la Tierruca, una de las barras en que mejor tiran las cañas de Madrid

Esta es una taberna muy familiar. Entre boquerones en adobo y gambas a la gabardina. Las bravas, vuelan de las mesas

Taberna La Tierruca
Taberna La TierrucaGonzalo Pérez MataLa Razón

Para los vecinos del barrio de Salamanca La Tierruca es un templo de los que jamás deben desaparecer. Para ellos, y para todo apasionado de esta barra patria, que acude desde cualquier punto de la capital. Superviviente del bofetón que el virus ha dado al sector tabernario, desde estas líneas queremos agradecer a Verónica, Rebeca y Manuel, hijos del fundador, Manolo Farias, por continuar con el buen hacer en esta taberna imprescindible. Manolo lleva en el oficio desde los 16 años, ya que lo aprendió en un tan minúsculo bar en el que sólo había capacidad para 10 comensales justo enfrente del Calasancio y en el que se despachaban cucuruchos de boquerones y berenjenas, que los comensales comían mientras paseaban.

La Tierruca. Dónde calle Ortega y Gasset, 53. Teléfono 640660467. Precio medio 20 euros

Se llamaba también La Tierruca, que es como los cántabros denominan de manera cariñosa a su tierra. Hace ahora doce años decidió abrir un espacio auténtico donde los haya algo más grande con el mismo nombre en el local actual, que era la antigua pastelería Martínez. ¿La recuerdan? Se trata de un establecimiento muy conocido por los parroquianos que desde el día de su inauguración se ha puesto hasta la bandera tanto de gente de paso como de comensales de la zona y de quienes acuden ex profeso a tomar una de boquerones fritos en adobo. Lo cierto es que se trata de una taberna muy familiar, detalle que entusiasma a Verónica, porque es una satisfacción atender a las generaciones posteriores de los clientes de toda la vida. El bar, continúa, es como un pueblo, aquí se conocen todos los comensales y si uno de los habituales falla sólo un día el resto se preocupa y mucho.

Porque aquí se comparte casi todo menos una de bravas, porque según llega a la mesa, vuela. Comprobado. Ya a las doce del mediodía comienza el desfile de los primeros comensales, ya sea en el local o en la terraza, que no se pierden su caña, servida con el imprescindible matrimonio, y disfrutan mientras ponen en común las noticias del día. Una o dos cañas, porque Manolo y sus hijos las tiran tan bien como en pocas barras. ¡Una de boquerones fritos adobados! Canta Verónica. El resultado, un bocado espectacular crujiente y de fritura perfecta, lo mismo que los calamares a la romana y los chopitos. Una de gambas a la gabardina y de bravas se les antoja a nuestros vecinos de mesa, dos de las especialidades de esta barra, considerada una de las mejores para los capitalinos. Ojo, el apartado de ahumados también tiene su aquel. La mojama de atún, las huevas de maruca y las sardinas marinadas lo componen. Los boquerones en vinagre es una de las tapas castizas por excelencia y si ya los acompaña de unas buenas patatas fritas, la ración se convierte adictiva, también si sobre una de ellas coloca los mejillones del templo de la familia Farias.

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Boquerones fritos adobados

Si pides una, se te antoja una segunda ración, más si la armonizas con un Torres Celeste, vino de la casa, que forma parte de la selección de etiquetas por copas que va rotando, porque no hay mejor plan que ir probando ejemplares de nuestro territorio vitivinícola.
Taberna La Tierruca
Taberna La TierrucaGonzalo Pérez MataLa Razón

De beber, por qué no un vermut Martínez Lacuesta, trago para armonizar incluso si son al vapor y para saborear las gambas a la plancha, que tanto entusiasman. Como platos fuertes para quien desee ir más allá del clásico picoteo, el entrecot de buey resulta perfecto. Los callos, se nota que están elaborados con las mejores materias primas y con todo el mimo. Se disfrutan con una salsa de toma pan y moja, ideales para presidir una mesa compartida con los huevos rotos con jamón y el revuelto de trigueros con gambas.