Escenarios

“The Magic Opal”: el elixir de amor español

El Teatro de la Zarzuela rescata una opereta de Isaac Albéniz, inédita en España, que el compositor gerundense estrenó en Londres en 1893

Teatro de la Zarzuela
Teatro de la Zarzueladel Real fotografiaTeatro de la Zarzuela

¿Cómo conseguir el amor verdadero? ¿Y si un objeto, un Ópalo mágico tuviera el poder de enamorar a quien quisiéramos? Isaac Albéniz compuso «The Magic Opal» durante su periodo londinense (1890-1893) con libreto de Arthur Law y vio la luz el 19 de enero de 1893 en el Lyric Theatre de Londres. A partir de ahí realizó con éxito 300 funciones en Inglaterra. Rápidamente se tradujo al castellano y al año siguiente, 1894, se estrenó en España con el título de «La sortija» en el Teatro de La Zarzuela, «pero no quedó ni un resto, ni una página, nada, de esa traducción, con lo cual hemos comenzado todo el trabajo de cero y tendremos el privilegio de poder verla en escena 128 años después porque es totalmente inédita en España», explica Daniel Bianco, director del teatro de La Zarzuela.

«Nuestro empeño y objetivo como teatro público es recuperar obras que forman parte de nuestro rico patrimonio y no hemos tenido la oportunidad de conocer», señala. Se trata de una comedia de enredo, una opereta cómica en dos actos exquisitamente instrumentada, cuyo libreto ha sido traducido por Javier L. Ibarz y Pachi Turmo. Una producción que cuenta con Guillermo García Calvo en la dirección musical y Paco Azorín en la escénica y en la adaptación del texto junto a Carlos Martos, responsable del movimiento escénico.

Dónde Teatro de La Zarzuela. Cuándo hasta el 10 de abril. Cuánto entre 5 y 44 euros

Cuenta Azorín que, cuando se enfrenta a un trabajo así, se hace una pregunta fundamental: «¿Cómo recuperar una pieza? Para mí hay dos maneras –explica–, una arqueológica, intentando comprenderla exactamente en su contexto inicial, es decir, con la mirada puesta en el pasado. Y otra, planteándome cómo puede hablar al público de hoy como si estuviera compuesta ayer, ver su contemporaneidad, aunque sean obras escritas hace 500 o 130 años». Y ha resuelto la duda. «Hemos mirado a Albéniz cara a cara como si fuera un compositor vivo y pudiera lanzar mensajes a 2022».

Lo primero ha sido «aceptar su música íntegra y crear una dramaturgia que coge lo fundamental de la pieza, pero no así de los libretistas –subraya–, porque el libreto original era extenso y complejo y decía cosas impensables en un escenario del siglo XXI. Nos hemos acogido a la gran idea de Albéniz para hablar de la banalización del amor y su instrumentalización para establecer relaciones fáciles con las aplicaciones móviles, el amor líquido de usar y tirar. Jugamos con la búsqueda de un objeto maravilloso, el ópalo mágico –explica Azorín–, un anillo con la capacidad de generar el amor a aquella persona que lo posee, una especie de elixir de amor español, con una libreto mínimo para que la fuerza esté en los número musicales».

Y para propiciar el enredo, «hemos añadido un ópalo maldito que genera el efecto contrario, la animadversión más profunda hacia el que lo posee y un tercero falso que no sirve para nada». En definitiva, «un texto y una dramaturgia para hablar sobre qué es el amor, el deseo y la pasión en el siglo XXI través de un potente lenguaje audiovisual y contemporáneo». Para ello han creado un personaje conductor y maestro de ceremonias, Eros XXI, «el nuevo dios del amor, interpretado por Fernando Albizu, acompañado por un grupo de “opalines”, acróbatas, bailarines y actores, que hacen un trabajo circense de mucha exigencia física y un esfuerzo extra al límite que nos saca de vuestra zona de confort -asegura el director escénico- para hacer un espectáculo que queremos que deje al espectador enganchado a la butaca».

La Zarzuela ofrece ocho representaciones con un doble elenco compuesto por Ruth Iniesta y Carmen Romeu, Santiago Ballerini y Leonardo Sánchez, Luis Cansino y Rodrigo Esteves, Damián del Castillo y César San Martín, Carmen Artaza y Mar Campo, Helena Ressurreição, Jeroboám Tejera, Alba Chantar, Gerardo López y Tomeu Bibiloni, que completan bailarines, acróbatas y actores junto a la Orquesta de la Comunidad de Madrid y Coro titulares del Teatro de la Zarzuela, dirigido éste por Antonio Fauró.