¿Por qué hay una nube de madera en Matadero Madrid?

Matadero Madrid y La Fábrica, en el marco de Madrid Design Festival 2023, han organizado «Natural Connections» en colaboración con American Hardwood Export Council. Se trata de una exposición de piezas que explora de forma lúdica la materialidad de la madera y la conexión del ser humano con la naturaleza. Entre todos los elementos de la muestra, destaca uno: la nube de Álvaro Catalán de Ocón. «Me gusta hacer siempre diseños con elementos de sorpresa», confiesa. Una pieza que produce inquietud. Que puede parecer muchas cosas. Se llama nube, pero podría parecer una crisálida.

El autor tiene claro que encaja perfectamente con el lugar en el que reposa. Matadero. Y cambia. Porque según se coloque uno, presenta infinidad de formas. «Nos llamaron a tres diseñadores profesionales para dirigir el trabajo de unos estudiantes que tenían que usar las maderas frondosas americanas para crear un objeto. Una vez terminado, nos pidieron a nosotros hacer un proyecto para Matadero. De septiembre a enero tuvimos que ejecutar una pieza y dejarla colgada». Y ahí está. Inspirado en las tradicionales persianas de los pueblos mediterráneos, Álvaro Catalán de Ocón interpreta la madera en su relación con la luz y crea esta nube colgante. La pieza, formada por pequeños e idénticos pedazos de madera producidos mecánicamente, va completando un proceso de montaje artesanal. Tras la producción a gran escala de pequeñas bolas y cilindros de distintos tipos de madera, las piezas cobran alma al conformar un tejido, una especie de malla que filtra la luz y provoca un interesante juego de claros y sombras en el entorno.

Para alumbrar esta obra, solo tuvo que cumplir con un requisito, el uso de tres tipos de madera: roble, arce y cerezo americanos. El artista decidió conceder a la nube un lenguaje distinto a cada una de ellas. Como especialista en lámparas, quiso que cada una de las maderas tuviera un significado propio y que, al tiempo, conectaran por hilos. «Creamos una malla en el aire. Al sostenerla quedaba electrificada y pinchando en las bombillas se ilumina».