El triunfo del destino: un vino blanco gallego del Salnés que es una joya

Un vino que dicen atlántico, y aquí es verdad. Aunque estemos un poquito hartos ya de ese calificativo que siempre describe mineralidad, y una vertical apariencia tal vez un tanto leve. El resultado, aquí brillante, es el de una parcela un tanto indómita que se recupera por unas elaboradoras del mismo corte, para un blanco de esos que entusiasman y que dejan cualquier sospecha atrás.

Con la albariño como eje fundamental y la más voluminosa godello se arma un auténtico storytelling. Unas 400 y pico botellas numeradas a mano como legado de una propuesta tan radical que no cree en la intervención, y solo en la ánfora de origen tardo para amansar sueños vitícolas. Aquí dado el resultado tan sugerente no parece retórico.

Más tarde, la salinidad, el despliegue de frutas juguetonas, y una carnosa sensación que nos hace pensar en la gastronomía gallega de las que se encuentran por encima de la limitación expresiva del producto. Las verdaderas historias son las que se crean y no las que se cuentan. Este vino blanco gallego del Salnés que se goza es una genuina joya para atesorar avariciosamente o para resolver de manera libertina cualquier enigma. O solo disfrutar del mismo.

• Bodega Anónimas viticultoras
• Vino Pedra-Moguiera
• Sin D.O.
• Precio 30 euros