Curiosidades

¿Por qué la Plaza de España de Madrid nunca tuvo un paso de cebra como el de Shibuya”?

Madrid coqueteó con la idea de importar el icónico cruce peatonal japonés, pero la reforma de este espacio tomó otro rumbo

Cartel con el nombre de Irene Paredes en la boca de metro de la estación de Plaza España, a 17 de julio de 2025, en Madrid (España). La estación de Metro de Plaza de España de Madrid desde el pasado 10 de julio tiene una nueva señalización, que incorpora los nombres de Irene Paredes, Alexia Putellas, Olga Carmona, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey, las cinco capitanas de la selección española de fútbol femenino, a los carteles habituales que indican la entrada a las bocas de Metro. 17 JULIO...
Metro de Madrid añade nombres de las capitanas a la estación de Plaza España como apoyo a la selección en la EurocopaEduardo ParraEuropa Press

Durante la reforma de la Plaza de España de 2021, hubo un instante en que Madrid pudo haberse acercado, aunque fuera de lejos, a Tokio. Entre las propuestas que llegaron al concurso público de 2016 figuraba un diseño con un paso de cebra diagonal y masivo, inspirado en el famoso cruce de Shibuya. Un gesto urbanístico que habría convertido este nudo de la capital en un espectáculo constante de peatones atravesando la calzada en todas direcciones.

La propuesta formaba parte del proyecto Pradera urbana, que no solo no ganó, sino que ni siquiera pasó a la fase final. En su lugar, el jurado eligió otras dos visiones: Welcome mother nature, good bye mister Ford y Un paseo por la cornisa. Ambas apostaban por un rediseño que privilegiara la conexión verde, la integración paisajística y la movilidad a pie, pero sin adoptar la grandilocuencia del modelo japonés.

No era solo cuestión estética. La configuración urbana de la Plaza de España limitaban la viabilidad de un cruce al estilo de Shibuya.

La reforma, concluida en 2021, siguió otro camino: más jardines, más sombra, más espacio para quedarse y no solo para cruzar. Un punto de encuentro entre la Gran Vía, los Jardines de Sabatini y el Palacio Real que, en lugar de emular la agitación asiática, prefirió ofrecer una pausa verde en medio del ritmo madrileño.